Glenda García, a través de sus producciones, ha desempeñado un papel importante al compartir la fe en Dios a través de uno de los géneros más difíciles de tocar: el jazz.
En entrevista, la cantante nos comparte su testimonio y sus retos:
¿Cómo te gustó el jazz? Tengo bastante gusto por la música jazz desde que era una adolescente. Siempre me han gustado los estilos diferentes de música, porque crecí en un hogar en un lugar cristiano, pero tenía el anhelo por hacer nuevos estilos dentro de la música cristiana.
Mi abuelita me enseñó a tocar el piano y a todos sus nietos, y desde ahí me empezó a gustar la música. Actualmente ya hay de todos los géneros en la música cristiana, como metal, corridos, tumbados, pero yo me quise ir más por la línea del jazz porque es un estilo muy creativo y a mí me gusta marcar una diferencia. Lo considero el género más espontáneo.
Género creativo
¿Tú compones? Al disco le combine un poquito con el pop, y lo hicimos jazz pop, porque es más convencional y más fácil de digerir. Primero lanzamos un disco donde vienen 10 canciones en jazz pop con canciones de mi autoría.
Ahora tenemos la propuesta a través de Souvenir 1 y Souvenir 2 y éste es el proyecto que hemos estado trabajando últimamente.
A mí me gusta Michael Bublé y Frank Sinatra. A mí me gusta más lo clásico. Para estas grabaciones me tuve que empapar de esa música y empapar también al productor, porque a veces ellos ya traen un estilo y se van más por lo que vende, pero ese no era mi fin. Queríamos que causará un impacto evangélico y eso sólo se puede hacer haciendo cosas diferentes.
¿A qué partes de América Latina han salido a compartir? Tuvimos la oportunidad de ir a Brasil, a Río de Janeiro y además tuvimos una gira en Centroamérica , por Honduras, Costa Rica y Panamá y estuve en Miami. Ahí presenté el disco en Expolit y en los Premios Arpa. Nos han solicitado estar en el Estado de México una presentación.
Id y predicad
¿Cuál es la enseñanza de hacer música y predicar el Evangelio? Lo hermoso de esta pasión, de este arte de la música, es que no solamente estás cumpliendo una fuerza de tu corazón, sino que estamos cumpliendo con el mandato más importante que nos manda el Señor en Mateo 28, de id y predicad el evangelio.
La misión más importante de que tenemos en la tierra es compartir el evangelio. Yo creo que uno como compositor, como cantante, sientes esa satisfacción de que eso que te sirvió a ti, realmente recuerdas quién es el Dios a quien servimos.
¿Tus canciones te ministran? Cuando estoy pasando por por procesos difíciles, esas canciones me sirven para recordarme a mí misma que yo soy una persona que cree a Dios y que él hace cosas nuevas, cosas buenas conmigo. Que le sirva a otras personas es muy satisfactorio. Es el premio más grande y me pone muy feliz cuando escucho ese tipo de comentarios. Aunque sea que impacte a una o dos personas, se siente esa satisfacción.
¿Qué profesión tienes? Soy mercadóloga y comunicóloga. Sé que como cristianos, debemos aprender a estudiar nuestro mercado y hacia dónde vamos dirigidos con nuestra música, con nuestra predicación, con nuestro Evangelio, además de conocer a nuestro público y conocer a las personas a quien vamos dirigidos, para tratar de pensar como ellos y ofrecer las propuestas que vayan a ser atractivas.
¿De qué denominación eres? Aunque yo crecí rígidamente en un ambiente bautista, entonces uno a veces está pensando en cómo son las reglas como debemos de llevar el Evangelio.
Creatividad con el Señor
¿Cómo es la creatividad al compartir la más grande verdad? Cuando cambiamos de perspectiva y vemos desde los ojos de otra persona que está allá afuera que no conoce a Dios, es cuando realmente te vuelves más creativo y asumes riesgos porque dices “bueno, tengo que pensar también como esa gente que no conoce de Dios”.
¿Es fácil el ministerio? Dios es creativo para abrir nuevos espacios, claro, no exento de críticas ni de retos que conlleva sobre todo en la música. es bien importante el cuidado de la voz y la presentación.
¿Cuáles son las enseñanzas? Creo que no llegaríamos muy lejos si no nos atrevemos a hacer las cosas. Muchas personas se cansan de decirnos eso: que tomen los riesgos, claro, siempre guiados también por Dios porque sabemos que si las cosas suceden, es cuando Dios lo permite en los tiempos de él. No es esperar, no es ser paciente, pero sí tratar de tomar el riesgo. Los invito también a ver un reto desde otra perspectiva.
¿Algún mensaje final? Que no pierdan su esencia, que no se dejen llevar por todas la corrientes, traten de marcar la diferencia. Eso hacemos como cristianos y como seguidores de Dios. Ellos, los pioneros, marcaron una diferencia al ir contra la corriente. Los invito a que tomen riesgos y siempre estén de la mano de Dios, de acuerdo a su voluntad, y van a ver que las cosas van a ir fluyendo.
Para ver la entrevista completa: