Entre los evangélicos, pocos pastores apoyan abiertamente al dictador.
Francisco y su congregación trazaron un plan con cautela y discreción, ya que llevaron el culto a sus casas. “Si me persiguen en la iglesia, sigo teniendo mi Biblia”, dijo este nicaragüense de 63 años, antes de huir de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua durante 2023.
Al parejo, pastores evangélicos, sacerdotes católicos y organizaciones de derechos humanos han denunciado el acoso y el encarcelamiento de líderes religiosos en los últimos años.
Entre los evangélicos, pocos pastores apoyan abiertamente al dictador. La mayoría de las congregaciones se han abstenido de cualquier participación política, aunque esto no ha impedido que se encarcele a líderes y se hayan clausurado cientos de organizaciones.
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Vigilancia extrema
La iglesia morava -a la que pertenecía el hermano- se estableció en Nicaragua en 1894 hasta su cierre junto a más de 1.600 organizaciones no gubernamentales desde el pasado agosto de 2024, que contaba con unos 350.000 miembros.
Pero el gobierno comunista impuso nuevas normas, primero con un impuesto que supuestamente “nunca habían pagado”. Luego, la orden de sustituir su logotipo; posteriormente, empezaron a llegar personas extrañas vestidas de negro a la iglesia.
Debido al miedo, decidieron orar en casa. Algunos leían la Biblia en soledad. Otros, convirtieron sus pequeñas casas en iglesias improvisadas, llamando a algunos vecinos y líderes.
Cambiaban de lugar cada día, bajaban la voz y se reunían a las 4 de la madrugada para evitar ser detectados.
Tanto en las comunidades católicas como en las protestantes, las violaciones son similares: restricciones en la duración, el lugar y la frecuencia de los servicios; prohibición de marchas; llegada de hombres enmascarados a las iglesias; robo o destrucción de objetos religiosos e infiltración de halcones a los cultos.
Según Martha Patricia Molina, abogada nicaragüense, entre 2018 y 2024 se cometieron 870 violaciones contra la iglesia católica y 100 contra los protestantes.
Cierran cientos de iglesias
Por su parte, la organización de derechos humanos “Nicaragua Nunca Más”, la dictadura ha cerrado 256 iglesias evangélicas en cuatro años, mientras que 43 grupos católicos han sido atacados desde 2022.
También, 200 líderes religiosos han huido de Nicaragua; 20 fueron despojados de su ciudadanía y 65 han sido acusados de conspiración y otros cargos.
Por ejemplo, el pastor Jon Britton Hancock vio como 11 pastores de su iglesia evangélica fueron detenidos por el gobierno de Ortega, tras años de actividad ministerial.
Él y su esposa, ambos estadounidenses y fundadores de Mountain Gateway, empezaron a trabajar en Nicaragua en 2013. Dos años después, enviaron a sus primeros misioneros y empezaron a colaborar con pastores locales.
Pero en diciembre de 2023, 11 pastores fueron detenidos; sus familias no supieron nada de ellos durante meses. No fue sino hasta el 5 de septiembre que fueron puestos en libertad por razones humanitarias.
Otro pastor que se había acostumbrado a que la policía vigilara sus sermones y a que extraños escucharan sus conversaciones, huyó cuando alguien le dijo “van por tu cabeza”.
“El gobierno quiere controlarlo todo”, dijo el líder evangélico, que accedió a una entrevista con la condición de que no se revelara su nombre: “Temen que si uno habla contra el gobierno, el pueblo se subleve”.
Con información de Por María Elena Baseler de Prensa Bautista (https://www.baptistpress.com/resource-library/espanol/sus-iglesias-ya-no-se-sienten-seguras-ahora-los-nicaraguenses-trasladan-su-culto-al-hogar/)
Una característica de los regímenes populistas y las dictaduras es la persecución a los creyentes. Los líderes marxistas siguen creyendo en el dogma de que la “religión es el opio del pueblo”, al que, supuestamente, hay que liberar, pero mediante la represión y la persecución.
No obstante, la Biblia nos invita, como creyentes, a mantenernos firmes, ya que los últimos tiempos se están acelerando, mientras muchos creyentes pasan el scroll a sus celulares, indiferentes al dolor de sus hermanos en otros países.
¿Qué dice la Biblia sobre este acoso?
Juan 15:18-19 NTV “Si el mundo los odia, recuerden que a mí me odió primero. Si pertenecieran al mundo, el mundo los amaría como a uno de los suyos, pero ustedes ya no forman parte del mundo”.