Web 3.0

Web3 y Web5: conoce las nuevas verticales que vendrán al navegar en Internet

A la web 3.0, además de la IA, se le suman el big data o el blockchain, aunque hay otras tecnologías en desarrollo

Cuando apareció la Web 1.0, conocida como la World Wide Web, la forma de conectarse a Internet era un proceso muy ruidoso, las páginas eran estáticas y tardaban mucho en cargarse.

Apenas unos años atrás, el físico Tim Berners-Lee inventó la World Wide Web como una herramienta útil para científicos en 1989 y su ilusión era compartir datos con todo el mundo de manera gratuita, accesible y útil.

Pero desde 1994, grandes emporios buscaron su privatización, tales como Sprint, AT&T y MCI, que en ese año, firmaron acuerdos de utilización conjunta para la Internet y su posterior cobro.

Pero llegaron después sitios web más pesados, lo que dio lugar a la era de las redes y plataformas sociales como Netflix, YouTube o Amazon.

Actualmente, gracias a la Web 2.0 se puede compartir información y entretenerse, comprar, encontrar respuestas a sus preguntas e interactuar entre sí.

Nuevas bifurcaciones

Pero con la irrupción de los primeros modelos de la web 3.0, ya hay posibilidad de poder combinar Inteligencia Artificial (IA) con reconocimiento de voz, tal como se hace con Siri de Apple o Alexa; otro ejemplo de la Web 3.0 son los electrodomésticos inteligentes que utilizan redes inalámbricas e IoT (Internet de las Cosas) para que los aparatos realicen ciertas actividades.

Actualmente, a la web 3.0, además de la IA, se le suman el big data o el blockchain, aunque hay otras tecnologías en desarrollo y que requieren habilidades más avanzadas que actualmente son difíciles de incorporar.

La nueva web 3.0 ya no podrá ser controlada por una sola entidad, como lo es Google, que, según nuestros datos, nos dirige a lo que desea el motor de búsqueda para ofrecernos cierta información, ocultarnos otra, o simplemente vendernos algo.

Además, la web 3.0 nos permitirá navegar de una manera más productiva, sin perder tanto tiempo.

Otro elemento clave será la descentralización, ya que en la web 3.0 los datos se conectarán de forma descentralizada, a diferencia de la 2.0, en la que se almacenan principalmente en ciertos lugares.

En la web 3.0 a través de algoritmos, se utilizarán de manera más intensiva para sugerir productos o vídeos a los usuarios en función de sus búsquedas anteriores, pero de manera más avanzada.

La web 3.0 permitirá que las aplicaciones descentralizadas desplacen a las redes sociales centralizadas como Facebook y las personas mantendrán la propiedad de sus datos personales, en un primer momento.

En la web 3.0 la tecnología blockchain y las criptomonedas estarán interconectadas y automatizadas mediante el uso de Smart contracts. La 3.0 será una versión actualizada y mejorada de Internet que usamos hoy, pero con beneficios adicionales debido a la descentralización.

En la web 3.0, gracias a la tecnología blockchain, los visitantes de una página web tendrán una experiencia de inicio de sesión más agradable, ya que actualmente se inicia sesión en sitios web utilizando tu perfil de Facebook; ahora, con la tecnología Blockchain emplea el mismo principio que Facebook, que ya posee la información del usuario. Sin embargo, al usar Blockchain, cada persona será el único propietario de la información.

Apple e IBM

Empresas como Apple e IBM invierten en tecnologías Web 3.0. Por ejemplo, Google desde 2012 ha realizado varias adquisiciones de empresas en el área de la Web Semántica, como Applied Semantics y Metaweb Technologies, Inc, entre otras para afianzarse a futuro.

En cuanto a la propiedad, como se dijo antes, la Web 3.0 funciona con tecnología blockchain y descentralización, democratizando la creación de contenido y eliminando al intermediario.

Mientras que la Web 2.0 depende de los sitios de redes sociales para almacenar, distribuir y beneficiarse del contenido, la Web 3.0, por el contrario, permite a los usuarios ganar tokens directamente por su participación y actividad en la comunidad. Estos tokens tienen un valor monetario real y otorgan a los usuarios una propiedad significativa de sus proyectos.

Referente a la privacidad: Un sistema de identidad descentralizado le permite controlar su identidad e información personal en línea. En la Web 3.0 se obtiene un control más preciso sobre qué información está disponible sobre usted en línea y quién puede acceder a ella.

Referente a la seguridad, a diferencia del sistema actual, donde la información puede copiarse o robarse fácilmente sin que el usuario lo sepa, la tecnología blockchain es inviolable; los datos no se pueden cambiar ni piratear sin que se detecte la interferencia.

En cuanto a oportunidad los proyectos en la Web 3.0 serán de código abierto y cualquiera podrá construir sobre otros proyectos.

Cabe recordar que mientras la Web 2.0 funcionó con acceso API (Application Programming Interfaces) limitado, la Web 3.0 funciona como bloques de Lego, donde cada parte puede interconectarse y reutilizarse.

Esto se llama “composibilidad”. Esto allana el camino para aprovechar los proyectos existentes para crear algo nuevo, lo que facilita la generación de nuevos proyectos innovadores con valor real.

En cuanto a la colaboración, en la Web 3.0 se ejecuta a través de una DAO (Organización Autónoma Descentralizada), que es un nuevo modelo de gestión sin juntas ni ejecutivos.

Estas DAO operan de acuerdo con un conjunto de reglas escritas en código, lo que permite que participe en él un número ilimitado de personas. Se estima que muchas empresas tradicionales cambiarán su modelo operativo a DAO en los próximos 15 años.

El nuevo salto: la web 5.0

Ahora, aunque todavía no se termina de explorar las posibilidades de la Web 3.0, ya hay un nuevo concepto. Se trata de la Web 5.0 y quien ha comenzado a hablar de ella es Jack Dorsey, CEO de Twitter.

La nueva red, desarrollada por The Block Head (TBH), la unidad de negocios de criptomoneda del cofundador de Twitter, pretende ofrecer una red todavía más descentralizada que no solo proteja los datos de los usuarios (como hace la Web 3.0), sino que también su identidad.

En el sitio oficial del proyecto se explica: “La web democratizó el intercambio de información, pero le falta una capa clave: la identidad. Luchamos por proteger los datos personales con cientos de cuentas y contraseñas que no podemos recordar. En la web actual, la identidad y los datos personales se han convertido en propiedad de terceros. La Web 5.0 trae identidad descentralizada y almacenamiento de datos a sus aplicaciones. Permite a los desarrolladores centrarse en crear buenas experiencias de usuario, al tiempo que devuelve la propiedad de los datos y la identidad a las personas”.

En la web 5.0 se utilizarán los identificadores descentralizados (DID) que son un nuevo tipo de identificador que permite una identidad digital verificable y descentralizada y se refiere a cualquier tema (por ejemplo, una persona, organización, cosa, modelo de datos, entidad abstracta, etc.)

A diferencia de los identificadores federados típicos, los DID se han diseñado para que puedan desacoplarse de los registros centralizados, los proveedores de identidad y las autoridades de certificación.

Además, la Web 5.0 permitirá navegar por la red controlando la identidad y utilizando una sola cuenta descentralizada para acceder a todos los sitios y servicios posibles.

Es decir: en lugar de crear cuentas y cuentas para distintas redes, marketplaces, servicios y apps, bastará una sola identidad y tus datos no quedarán almacenados en miles de servidores de terceros.

Además, la data y preferencias del usuario permanecerán registradas en cada perfil. Si marcó como favoritas 100 canciones en Spotify y decide cambiarse a otro servicio, por ejemplo, Google Music, todas sus preferencias, listas y gustos, se pueden mudar contigo. Aquí la duda es si la data que se queda con la empresa.

La web 3.0 contará con Credenciales Verificables (VCs) donde cada usuario podrá comprobar quién es y esto hará mucho más complicado para los hackers que se presente una suplantación de identidad.

Dorsey ha criticado a la Web 3.0 por no ofrecer una tecnología descentralizada, ya que son las grandes empresas de capital de riesgo las que lo controlan por medio de sus inversiones multimillonarias. Por ejemplo, en las TBH no se habla ni de criptomonedas ni NFT’s.

La pregunta más significante en este momento podría ser:

¿Podrá significar la web 5.0 el fin de las criptomonedas y los NTFs?

Con información de IEBS, The Block Head, Twitter de Jack Dorsey