A la novela negra se la denomina también hardboiled, según el historiador y escritor Javier Coma.
El género negro aparece en Estados Unidos como lo hizo el género policiaco y lo hace tras una gran crisis económica, la Gran Depresión. Fue cuando las calles se llenaron de delincuentes; aparecieron los gánsters y se hace patente la gran corrupción política y policial.
El género negro, antes de llegar a los libros y los grandes tirajes, apareció en revistas baratas o las llamadas pulp, porque eran hechas con papel de pulpa de mala calidad.
En estas historias ya no se ve al sistema político como un modelo que funciona sino todo lo contrario. El creador de este género fue Carol John Daily con su detective Race Williams; después llegarían Dashiell Hammet, Raymond Chandler y William Reyli Barnett.
Denuncia a la corrupción
En estas historias ya no importa el misterio, sino denunciar la corrupción de las instituciones y de todo el sistema. Las historias muestran los bajos fondos pero no se prescinde del detective investigador, aunque a diferencia del detective de la novela policíaca, éste usa más los puños y la violencia que la observación y la deducción.
Se trata de tipos duros que se mueven por ambientes sórdidos y son los únicos que pueden poner en su sitio a las mujeres fatales con las que se cruzan.
A este tipo de novela negra se la denomina hardboiled según el historiador y escritor Javier Coma, “la novela negra en su sentido más amplio, consiste en la contemplación testimonial o crítica de la sociedad capitalista desde la perspectiva del fenómeno del crimen por narradores habitualmente especializados”.
“En el género ya no es un detective quien lleva el peso de la historia sino que los protagonistas pueden ser delincuentes, policías corruptos o gánsteres. En definitiva, en el género negro los protagonistas siempre son perdedores; personajes con una psicología atormentada.
Vida sórdida
Son alcohólicos, solitarios, violentos aparecen nuevos géneros como la novela de delincuentes, las novelas carcelarias, las novelas de sicarios, y las que se ambientan en las cárceles en general el desenlace de estas historias no es positivo. Los personajes pagan un alto precio.
La novela negra y la policíaca comparten la temática delictiva pero mientras que la novela policíaca se basa en un juego de misterio e ingenio y en la dicotomía entre el bien y el mal, la novela negra muestra una atmósfera de violencia, injusticia y corrupción.
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El objetivo de la novela policíaca es el entretenimiento sin más; en la negra el entretenimiento pasa por una profunda reflexión sobre la moral y la justicia. El género negro y policial está en constante cambio pero en las novelas actuales podemos encontrar elementos de uno de ellos o de ambos la búsqueda de quienes el asesino la psicología atormentada de los protagonistas la crítica social la corrupción.
¿Hay elementos que nos den la pista sobre la corrupción del ser humano? Sin duda alguna, en la Biblia se nos muestran decenas de ejemplos de personas que se corrompieron ante el poder, por la avaricia o por no buscar a Dios.
Uno de los ejemplos más notables es el de Salomón, quien de pasar a ser un extraordinario líder, acabó por sucumbir ante los placeres sexuales y abandonó a Dios, que es una historia que está escrita en el libro de primero de Reyes capítulo 11:
11 Además de la hija del faraón, el rey Salomón se enamoró de muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, fenicias e hititas, 2 mujeres de las naciones acerca de las cuales el Señor había prevenido a los israelitas: “No os unáis a ellas ni ellas a vosotros, porque seguramente desviarán vuestro corazón tras sus dioses”. Pero Salomón, con sus amores, se unió a ellas 3 y tuvo setecientas esposas de sangre real y trescientas concubinas, que desviaron su corazón. 4 Cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses y ya no perteneció íntegramente al Señor, como el corazón de su padre David. 5 Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcón, abominable ídolo de los amonitas. 6 Ofendió con su conducta al Señor y no siguió fielmente al Señor, como lo había seguido su padre David.