Hoy, la intolerancia religiosa favorece el aumento de los problemas por motivos de religión en varias partes del mundo.
Gabriel López Delgadiilo / Investigador independiente – México
Los conflictos bélicos, que utilizan desinformaciones y discursos de odio, aumentaron en nuestras sociedades globales. Algo favorecido también por las naciones en pugna que difunden parte de esta desinformación.
El aumento de conflictos por motivos de religión en varios continentes muestra la necesidad de establecer consensos en nuestras sociedades.
El trabajo de convivencia entre los líderes religiosos, favorece a los creyentes una imagen de religiosidad y respeto por las creencias de las otredades. Así mismo, reconocen la diversidad religiosa de sus países.
Constante reinterpretación
Las sociedades globales en que vivimos están en constante reinterpretación de los discursos religiosos. En otros casos, el discurso de odio propone el establecimiento de la discriminación para sectores específicos de la población.
Son varias las naciones donde se identificó de manera reciente, el aumento de antisemitismo e islamofobia en espacios públicos y como consecuencia de acciones motivadas por el odio y la desinformación (DW, 2023; The San Diego Union-Tribune, 2023; Infobae, 2023; BBC, 2023).
En otros casos, se realizaron estrategias por parte de las religiones que buscan establecer una convivencia pacífica y respetuosa entre las instituciones religiosas y los creyentes.
Donde ya es un problema constante la persecución del judaísmo y el islam, se acentuaron estas dinámicas que no permiten el libre ejercicio de la libertad de creencia. También, que devienen en aumentos constantes del número de víctimas violentadas y desplazadas.
Estos problemas no se resuelven con el pasar del tiempo, por el contrario documentamos aquí un constante aumento de los mismos como consecuencia del avivamiento de la intolerancia y el caso omiso para el respeto a las creencias de la otredad.
Establecer una religión de Estado
En los gobiernos que no permiten el reconocimiento legal de la composición demográfica y cultural de sus naciones, los acontecimientos bélicos recientes proponen una justificante para continuar en modelos que establecen, mediante instituciones gubernamentales, la creencia religiosa de sus nacionales.
Establecer una religión de Estado deviene en la disminución constante de creyentes también como consecuencia de los desatinos en las administraciones públicas que niegan las dinámicas sociales locales de las religiones en sus países.
Aunado a lo anterior, está el aumento de desplazados y de discursos de odio que proponen la nula aceptación de la otredad en condición de igualdad ante las leyes. En las redes sociales, aumentó el número de personas que culpan a otros creyentes de situaciones suscitadas en las mitologías de las religiones. Esto también sucede en los comentarios que varias personas hacen a las notas periodísticas que describen problemáticas actuales por motivos de religión.
En las sociedades globales, las políticas públicas de la diversidad religiosa necesitan socializarse utilizando como eje discursivo el respeto por las creencias de los demás y el establecimiento legal de las instituciones religiosas ya presentes en las sociedades (Télam, 2023). También, la aceptación y el reconocimiento de las personas no creyentes favorecen la inclusión y actualización en los sistemas legales locales.
Hoy es importante aceptar la religiosidad de las personas según su elección, respetar la diversidad religiosa y promover la eliminación de la intolerancia por motivos de religión.