Wayne Myers, también llamado “El misionero de vivir para dar” nació en Morton, ciudad del Condado de Scott, Misisipi, en Estados Unidos.

Falleció el predicador Wayne Myers; sirvió 80 años

Wayne Myers, también llamado “El misionero de vivir para dar” nació en Morton, ciudad del Condado de Scott, Misisipi, en Estados Unidos, el 31 de agosto de 1922, de padres campesinos.

A través de sus redes sociales, se anunció la partida con el Señor del predicador Wayne Myers.

“Es con profundo pesar que les informamos acerca de los preparativos relacionados con el funeral y el servicio memorial en honor a nuestro querido hermano Wayne Myers”.

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Sirvió a Dios más de 80 años, mayormente en México, junto con su esposa Martha Hunter, que se casó con él cinco años después de que Wayne empezara a trabajar para el Señor Jesucristo en el país.

Uno de los dichos más famosos de Myers fue “¡El que no vive para servir, no sirve para vivir!”. Su esposa falleció el 2 de febrero del 2021.

Uno de sus libros más conocidos es “Viviendo más allá de lo posible”.

Predicó en más de 62 países.

viviendo mas alla de lo posible

Según una crónica de Francisco Beu (https://www.iglesia.casa/post.php?id=354032) afirma que “William Wayne Myers nació de nuevo a los 14 años de edad, se rindió al Señorío de Jesucristo en una Iglesia Cristiana Bautista en la región central de Misisipi, le predicó un primo que era Misionero en Argentina”.

Wayne Myers Predicó a militares

El mismo Myers lo afirmaba: “A los 14 años empecé a predicar en las calles todos los sábados por las tardes porque el Espíritu Santo así me lo dictaba. La mayoría eran soldados que salían a comprar sus víveres en los mercados y no me importaba si ellos se mofaban de mí al hablarles de Cristo, porque también veía algunos que alzaban sus manos llorando agradecidos, dando las gracias, la gloria y la honra a Dios, ¡Aleluyita!”.

Solía decía que “¡Yo tengo en mis manos semilla y Dios en Sus manos cosecha!”. Fue lleno del Espíritu Santo por medio de la oración e insistencia de otros soldados cristianos radicales, a bordo del portaaviones Enterprise del Ejército de Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial que se libraba contra Japón en el Pacífico.

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Oraciones extraordinarias

Según el testimonio, los “soldados estaban tan consagrados a Dios y tan llenos del Espíritu Santo que si alguien tendría que morir por las bombas de los kamikazes, ellos imploraban a Dios que en lugar de que murieran los soldados inconversos, ellos estaban listos para morir e ir al cielo”.

El Misionero Wayne Myers al ser lleno del poder del Espíritu Santo, oró en nuevas lenguas (1ª Cor. 14:18,2,4) y eso aumentó su pasión por la obra misionera y la pasión por ganar almas para el Reino de Dios, intercediendo continuamente por un mundo perdido con gemidos indecibles (Rom. 8:26-27).

El Espíritu Santo, luego que terminó la guerra, lo llevó a ir al Instituto Bíblico en Pasadena, California. No terminaron ahí tres años de estudio, pues obedeció el llamado de salir. Durante muchas semanas y meses, seis o siete horas al día se mantuvo orando, clamando, ayunando e intercediendo delante de Dios.

Posteriormente Dios le habló en voz audible y le dictó el llamado para ir a México. Wayne escribiría esa visión en una hoja y la conservó hasta 2023.

3 condiciones para servir

Otro de sus lemas fue: ¡Si tu sueño no te asusta, no es de Dios! Dios le dijo: “Te estoy enviando a México para que sirvas a todo mi cuerpo, no para levantar un grupo propio”. Dios le impuso tres restricciones en su ministerio:

“Uno. No te permito compartir con nadie algo relacionado con tus necesidades personales, solamente conmigo. Dos. No te permito comprar nada a crédito. Tres. No te permito pedir prestados ni 5 centavos. Yo soy tu sostén total de una vida de fe”.

Al llegar a México, siendo soltero y sin sostén económico, comenzó su llamado enseñando la Biblia a niños por todo el país, haciendo escuelitas dominicales, seminarios, congresos y campañas infantiles los primeros seis años.

Colaboró ​con diversas denominaciones cristianas evangélicas, Asambleas de Dios, Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés de Pachuca, y colaboró con el hermano Andrés Ornelas, Raymundo Ramírez y el hermano Nieto, entre otros.

Dios los respaldó con sanidades, milagros, prodigios, conversiones y formaron muchas iglesias locales en todo el territorio mexicano. En las décadas de los años 60, 70 y 80 del siglo XX realizaron cruzadas y campañas evangelísticas de sanidad y salvación, en casi todas las regiones del México, acompañados del hermano Jesús Castelazo.

Myers vio muchas almas salvas y un número impresionantes de milagros, incluyendo oídos sordos que fueron sanados; cojos levantados y liberación de poseídos.

Obsequió bicicletas, caballos, camionetas, automóviles, equipos de sonido y proyectores de películas, así como miles de libros y folletos de literatura cristiana.

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Sembrador de iglesias

Respaldó con finanzas el techado en más de 10,000 mil iglesias cristianas (pequeñas, medianas y auditorios) en ciudades, comunidades, ranchos y aldeas. Ha respaldado el trabajo lingüístico de muchos misioneros que traducen la Biblia en varios idiomas autóctonos en México, Centroamérica, Sudamérica y otros países.

Fomentó el uso de los medios de comunicación para difundir el Evangelio, apoyó financieramente a predicadores y pastores en el uso de estaciones de radio y programas de televisión.

Predicó en cárceles, como en la antigua de Lecumberri, ahí se salvó el colombiano Jaime Guerrero, que llegó a ser pastor y predicador y formó un ministerio de alcance e internacional en las cárceles, apoyado financieramente por Myers.

El predicador ayudó financieramente a orfanatorios, casas hogar en México, Ucrania, India, África y en Centroamérica. Alimentó a niños con desayunos y despensas en varios grupos étnicos en nuestro país México.

Apoyó mensualmente con donativos a ministerios misioneros en más de 20 países: España, Botswana, Zimbabwe, Honduras, Tailandia, Argentina, Guatemala, Ucrania (ministrando a niños de la calle bajo el ministerio de los McCain), el Sudán, Kenia, y la lista sigue.

Fue impulsor financiero de la obra misionera, evangelística y congregacional. Como el arquitecto Gabriel Acero, arquitecto Ernesto Alonso, Alejandro Bohórquez, Juan José Aguilar, Aurelio Arrache, Roberto González, Sergio Treviño, Rodolfo Garza y Jorge López de Guatemala (pastor de Cash Luna).

Colaboró con Calacoaya

Ayudó a edificar a muchas de las Iglesias más grandes en México. Grandes auditorios como el de Tuxtla del hermano Castelazo; el Centro Cristiano Calacoaya de Gonzalo Vega; la Arena de Box en Tijuana de Fermín García, entre otras.

Myers siempre decía que no podría explicar la economía de Dios, “que solo la disfruta diariamente”.

Es extraordinaria la lista de proezas que ha hecho por la gracia de Dios este hombre de fe. Wayne Myers no ha tenido ninguna propiedad, ni casa, ni terreno, ha vivido en una casa prestada en la CDMX.

Su lema en el Trabajo Misionero fue: “Vivir para dar y vivir para servir”. Nunca se llamó ni se autoproclamó apóstol, ni pastor, aunque tiene muchos hijos en la fe. Quería solamente ser recordado como siervo y esclavo de Jesucristo. Su anhelo y pasión más grande fue participar en la gran cosecha de almas perdidas entregadas a Dios y ver un gran avivamiento en todo México.

Diversos ministerios dieron a conocer la noticia, entre ellos, el pastor Gilberto Rocha Margáin de Calacoaya, así como la Iglesia Amistad de Saltillo:

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Esta fue una de los últimas enseñanzas en la iglesia del pastor Cash Luna: