Cuando Marcos Witt era el joven rebelde y los pastores prendían fuego a sus casetes y CDs, prometió apoyar a los jóvenes cristianos.

The New York Times dedica amplio reportaje a Marcos Witt

El reportaje hace énfasis en las traiciones y ataques que ha sufrido Marcos Witt y su lucha por la unidad evangélica.

Con el título de “La cruzada de Marcos Witt para llenar las iglesias latinas a través de la música” el diario más importante del mundo, The New York Times, realizó un amplio reportaje sobre las presentaciones que está llevando a cabo el músico en diversas iglesias en Estados Unidos.

La investigación inicia con la canción, “Hemos Venido a Buscarte”, tema inédito que suena un poco a U2, canturreaban en español Witt y los otros pastores sobre una combinación vibrante de sonidos de sintetizadores y tambores.

El artículo destaca que la mayoría de los estadounidenses nunca ha oído hablar de Marcos Witt, pero se calcula que en 40 años ha vendido 27 millones de discos a nivel mundial.

Así es como la superestrella evangélica moldea la fe en Estados Unidos.

Pionero incomprendido

En la década de 1980, Witt revolucionó el culto evangélico al mezclar las canciones de alabanza con música disco y un estilo new wave para atraer a una generación joven. En 1994, fundó la primera de decenas de escuelas en toda Latinoamérica para entrenar a otros músicos líderes de adoración.

“Witt puso en primer plano que era posible hacer música abiertamente cristiana, música de alabanza, y que suene bien producida y fresca”, explicó Leila Cobo, directora de contenido latino de Billboard.

Sin embargo, “Muchos pastores mayores acusaron a Witt de satanismo cuando salieron estos álbumes”.

Jonathan Mark Witt Holder, de 61 años, fue un niño misionero nacido en San Antonio, Texas, y criado como Marcos en Durango, México. Sus padres pentecostales angloamericanos dedicaron sus vidas a ayudar a las iglesias evangélicas en México.

A pesar de su tamaño, la comunidad evangélica que habla español en EU está bastante fragmentada. “Aquí hay muchas iglesias de 50 miembros y nada de poder”, dijo Witt en una entrevista de 2013. “No podemos ni ponernos lo suficientemente de acuerdo para tomar una taza de café”. Las rivalidades, dijo, pueden ser “aturdidoras”.

Para Witt, la única medida que cuenta es si has sido purificado en la sangre de Cristo y lo has aceptado como tu salvador personal. “Yo no soy de hacer proselitismo“, dice. “Entonces, ¿eres católico? Está bien, pero necesito que conozcas a Jesús. ¿Eres bautista? Excelente, pero necesitas conocer a Jesús. ¿Eres mormón? Fantástico, necesitas conocer a Jesús. Así que me interesa más que la gente sepa quién es Jesús que una marca, denominación o religión”.

Marcos Witt ok

Decepción política

El reportaje menciona que el cantante se indignó tanto con la persecución a los migrantes en Estados Unidos, que “cabildeó con políticos en Texas y el Capitolio, viajando a Washington casi cada dos meses y pagando los gastos de su bolsillo. Estuvo presente en la Casa Blanca en 2004 cuando el presidente George W. Bush anunció una propuesta para renovar las políticas de inmigración”.

Sin embargo, Marcos cayó en depresión en 2008 cuando el senador John McCain le mintió sobre apoyar una legislación a favor de lo migrantes, lo que lo llevó a una gran depresión.

Amar, sin fijarse en la filiación política

Sin embargo, da una lección de amor sobre la filiación política:

“Hay personas muy cercanas a mí que, ideológicamente, están muy lejos de mí”, dice Witt. “Los amo con todo mi corazón porque son mi familia. Y nunca dejaré de amarlos sin importar cuál sea su ideología”.

Cuando Witt era el joven rebelde y los pastores mayores prendían fuego a sus casetes y CDs, prometió apoyar a los jóvenes cristianos que venían detrás de él. Ahora instaba a los pastores mayores a mantenerse jóvenes también: a ministrar con alegría y humor, a dejar de pelear entre sí y a regocijarse en las almas que salvaron, sin importar cuántas fueran. “A lo mejor usted ya vio al pastor que todo el mundo dice que está loco”, dijo. “Vaya a ese pastor y bendiga a ese pastor”.