La proptech Casai está en una fase de reinvención y en parte se debe a que en México se presentó una falta de visión; en Brasil hubo crecimiento.
Según destaca un despacho de Bloomberg en Línea, la proptech inició una etapa de quiebre, con despidos, cambio de sede y una fusión, pero también, una falta de liderazgo:
“Casai sufrió el drama de muchas empresas, una dirección un tanto retrógrada, que concentraba el poder de las decisiones importantes, quitaba toda la autonomía a los equipos con mucha migrogestión, que al final, no representaba ni ejercía los valores que se habían creado, y que eran increíbles”.
Lo anterior lo dio a conocer una persona cercana a la problemática que ha vivido Casai.
Y agregó que “muchas personas en posiciones estratégicas no veían la complejidad del negocio y cómo las decisiones que tomaban impactaban negativamente en otras áreas del negocio.
Reconfigurar una visión de proptech
Lo anterior, derivó en que la proptech despidiera a 20 colaboradores y no terminara de cumplir con la totalidad de sus liquidaciones; a algunos colaboradores se les liquidó a plazos.
En el mes de julio, Nico Barawid, informó a los colaboradores que la startup se estaba quedando sin capital, y que además, se esperaba cerrar una fusión con el emprendimiento Nomah para salvar el barco.
En contraparte, la filial de Casai había triplicado su funcionamiento en Brasil, mientras que en México, “los equipos se enfocaban en resolver ineficiencias”.
Reacomodos
Con el cambio de sede a Brasil, la proptech, que funciona en base a una vertical de renta flexible, espera sortear la tormenta, con el apoyo inversor de Loft y su CEO, Florian Hagenbuch.
Por su parte, Loft también ha enfrentado un recorte de personal. La nueva fusión buscará desde Brasil cerrar un círculo virtuoso con empresas y constructoras de ese país.
Apenas en diciembre de 2021, Casai anunció la adquisición de Roomin para convertirse en el principal jugador de alojamiento inteligente en Brasil. El lanzamiento en el país tuvo una inversión inicial de 100 millones de reales brasileños y comenzó con la oferta de pisos premium, la marca de la startup , en barrios prime de São Paulo , como Vila Olímpia, Pinheiros, Jardins e Itaim Bibi. Dos meses después, Casai debutaba en Río de Janeiro.
También hay tormentas en las proptech en Latam.
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