Durante la segunda noche del Festival Esperanza CDMX, los organizadores informaron que más de 27 mil personas acudieron a los dos eventos.
La segunda y última noche del Festival Esperanza CDMX que se realizó en la Arena CDMX, cerró con broche de oro con una fiesta de adoración y alabanza de más de dos horas con una impresionante respuesta al llamado del Evangelio.
Más de 27,000 personas inundaron, incluso la zona adicional, que fue instalada al aire libre en una noche, como respuesta a las oraciones de las iglesias locales del Valle de México y la Ciudad de México.
Inicio para niños
El evento comenzó con una obra teatral con un mensaje positivo para que los niños pudieran entenderlo con facilidad, y que sembró las grandes verdades bíblicas en los corazones de los más pequeños.
Inmediatamente después llegaron al escenario Marcos Witt, Michael W. Smith, Tommy Coomes Band, Kim Richards, Nadia, Miel San Marcos y Dennis Agajanian.
Historia de Nicodemo
Finalmente, el reverendo Franklin Graham compartió el Evangelio con base en la historia bíblica de Nicodemo en Juan 3.
«Nicodemo era un maestro de la Ley. Él era muy religioso, pero no tenía una relación con Dios. Y así, hay muchos de ustedes que no tienen una relación con Dios. He conocido gente que dice “soy bautista”, pero ser bautista no te va a salvar. He conocido gente que dice “soy católico”, pero ser católico no te va a salvar», destacó Franklin Graham.
Con base en esta verdad bíblica, Graham invitó a todos los presentes a tomar la decisión de seguir a Cristo.
Miles de personas se levantaron de sus asientos y se dirigieron al frente y los pasillos, en señal de su decisión de seguir a Jesús.
Según los organizadores, del total de los asistentes, más de 2,900 tomaron la decisión de seguir a Cristo, para un total de más de 6,000 decisiones en los dos días del Festival.
Segunda oportunidad
Ejemplo de ello fue el testimonio de Abel, quien trabaja como chofer y este fin de semana le fue asignado conducir personal de la Billy Graham Evangelistic Association a la Arena CDMX.
Él nunca antes había escuchado del Evangelio, pero como tenía que esperar al personal hasta la noche, prefirió ver el evento en lugar de esperar en su automóvil.
Al final de la segunda noche de Esperanza CDMX, le comentó al personal que había prestado atención al mensaje ambas noches y que le había gustado mucho. Aunque no hizo la oración de salvación con Franklin Graham, una señora se acercó a hablarle del amor de Dios y le regaló un Nuevo Testamento.
Un testimonio y servicio de asistencia
Por providencia divina, en una de las ciudades más extensas del mundo, la señora que habló con él asiste a una iglesia en la zona donde Abel vive, y lo invitó a asistir.
«Muchas de las verdades que dijo [Graham], sentí que así soy yo», comentó Abel. «La historia que contó del chavo que gastó su dinero, y que cuando se le acabó el dinero los amigos desaparecen. Así me pasó».
«¿Por qué no hizo la oración que dirigió Franklin Graham?», le preguntó el personal asistente. «Porque me cohibí, había mucha gente y como que no supe», respondió Abel. Sin embargo, era evidente que el Espíritu Santo estaba obrando en él.
«¿Le gustaría orar para rendir su vida a Jesús y poner su fe en Él?», le preguntaron los miembros del equipo. «Sí, la verdad es que sí, me encantaría».
Y ahí, en el estacionamiento de la Arena CDMX, Abel oró en voz alta, declarando que Jesús es el Hijo de Dios y manifestando su deseo de alejarse de sus pecados y de confiar en Él como Señor y Salvador.
Con información de la Billy Graham Evangelistic Association.