Líderes evangélicos fueron llevados a un sitio de detención después de una redada en una iglesia en agosto de 2022, con participaron de más de 100 policías.
En la China contemporánea, los grupos de creyentes cristianos se sienten como Pablo, debido a la persecución. Desde que el presidente Xi Jinping, anunció sus planes para reprimir la religión, Se ha desatado una ola represiva aun mayor que la de Mao para destruir el cristianismo, que tuvo un auge desde la década de los años 50 hasta los años 70.
Prueba de ello es que los pastores de la Iglesia Linfen Covenant House en la provincia Shanxi fueron acusados de integrar un “grupo criminal” y adquirir “ingresos ilegales” por 108,000 dólares, anunció la iglesia evangélica, según una nota de The Christian Post.
Creyentes evangélicos, en la ilegalidad
“Los pastores Li Jie, Han Xiaodong y Wang Qiang fueron acusados por los fiscales del distrito de Yaodu, destacó el grupo Christian Solidarity Worldwide con sede en Reino Unido.
El poder judicial de ese país acusó que Li y Han establecieron una organización no autorizada y numerosos “sitios de actividad ilegal” en Wang, pidiendo diezmos y donaciones de acción de gracias.
Li y Han fueron sometidos a vigilancia residencial en un sitio de detención después de una redada en una iglesia en agosto de 2022 en la que participaron más de 100 policías.
Ambos fueron torturados tres días consecutivos con privación del sueño y fueron arrestados “oficialmente” en septiembre de 2022, mientras que Wang fue detenido en noviembre y arrestado formalmente por cargos de fraude hasta diciembre.
Persecución al alza
Para ilustrar, hay una imagen real de un creyente Huang Xikai que fue torturado por la policía comunista hace algunos años:
El enjuiciamiento al alza de líderes religiosos por cargos de “fraude”, podrían derivar en penas de 10 años en prisión, lo cual ha sido una tendencia en los últimos años.
Mervyn Thomas, fundador y presidente de CSW, calificó los cargos de “descaradamente injustos” y citó los métodos policiales coercitivos utilizados para extraer “pruebas”, incluidas las detenciones y la tortura.
Thomas pidió la liberación inmediata de los líderes detenidos e instó a la sociedad internacional a presionar a China para que deje de procesar a los grupos religiosos no registrados.
Con información de
https://www.asiaharvest.org/trouble-in-china-the-brutal-persecution-of-the-chinese-church
https://www.christianpost.com/news/china-prosecutes-house-church-leaders-as-criminal-clique.html
Miles de cristianos están experimentando actualmente en China un trato bárbaro. Debemos orar por nuestros hermanos y hermanas que viven en ese país opresivo.
“No queremos que ignoréis, hermanos y hermanas, acerca de los problemas que experimentamos en la provincia de Asia. Estábamos bajo una gran presión, más allá de nuestra capacidad para soportarla, de modo que desesperamos de la vida misma. Es más, sentimos que habíamos recibido sentencia de muerte. Pero esto sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos” (2 Corintios 1:8-9) .