La heterogeneidad evangélica en Argentina ha quedado demostrada en la diversa participación en espacios políticos, que incluye desde peronistas hasta radicalistas.

Voto evangélico, dividido en Argentina

La iglesia evangélica representa 15% de la población, con 8 millones de argentinos; hay 30 mil templos en ese país.

Argentina volverá a las urnas por tercera vez para elegir presidente el 19 de noviembre. Además, a partir del 10 de diciembre, se renovará la mitad del Congreso nacional, y también se votarán gobernadores, legisladores, y otros cargos provinciales y municipales.

Uno de los temas relevantes es el peso del voto evangélico en ese país.

La iglesia evangélica ahora, tiene un papel primordial, ya que representa más del 15% de la población del país, con casi 8 millones de argentinos; no obstante se estima que hay 30 mil templos evangélicos en ese país.

Sin embargo, debido a la eficaz propaganda populista de izquierda a nivel mundial, se busca englobar a este sector dentro de la “derecha reaccionaria y conservadora”.

Vinculan a evangélicos como “derecha”

Sin embargo, en Argentina, dirigentes de la fe evangélica rechazan esta premisa y la definen como estigmatizante, engañosa y manipuladora electoralmente.

Aseguran que el voto evangélico no es unilateral política e ideológicamente y remarcan que los evangélicos son de posturas heterogéneas y descentralizadas a la hora de votar.

Una de las razones, esgrimen los evangélicos, es que a diferencia del catolicismo, hay una más firme interpretación de la Biblia que excluye al Papa, como ocurre en la Iglesia Católica con Francisco, quien “dicta su línea” sobre posturas sociales, políticas y de apertura a otros conglomerados sociales (entre ellos, la nueva aceptación que las personas lésbico gay tomen poder).

Los líderes afirman que los evangélicos, no escapan a la desinformación, pero también, no son ajenos a los problemas sociales de inseguridad; afirman que hay evangélicos peronistas radicales; curas más enfocados a la teología de la liberación; pastores, que en zonas altamente pobres buscan la democracia; pero también, y debido a su opulencia, “se olvidan de amar al desamparado y la viuda”.

Dos visiones

El nuevo presidente saldrá de dos contendientes: Unión por la Patria, con Sergio Massa, y el de La Libertad Avanza, de Javier Milei, quien llevará adelante los destinos de Argentina, un país azotado por décadas por la corrupción, los golpes de Estado, las altas inflaciones por gobiernos populistas y su casi histórica corrupción.

Según el presidente de la Unión de Trabajadores de la Pastoral Evangélica, Claudio Bravo, “la iglesia evangélica en Argentina es diversa, es plural donde tienes a todas las denominaciones y diferentes pensamientos”.

Bravo agregó que entre los evangélicos hay peronistas (populistas) de izquierda, derecha y de centroizquierda.

También señaló que le preocupa que 54% vote por Javier Milei o Patricia Bullrich, ya que a su parecer, son antidemocráticos, ya que argumenta, “que con mano dura no se soluciona los problemas de los argentinos. Como pastores, nos preocupa esta situación.

Evangélicos, polarizados

Por su parte, el pastor de la Iglesia Cristo para Todos de Adrogué y candidato a concejal de Almirante Brown por Unión por la Patria, Pablo Repetto, enfatizó que “la iglesia (evangélica) está polarizada” pero también, como en México, “la han estigmatizado” vinculándola con sectores de la incipiente derecha.

Reppeto, por su parte, acusa que la derecha “ha utilizado el matrimonio igualitario y la ley del aborto para catapultar el voto evangélico”, pero “eso no quiere decir que la iglesia sea de derecha”.

Los evangélicos en Argentina incluyen a protestantes, bautistas, metodistas, menonitas y pentecostales, entre otros, agrupados en la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), que lidera Christian Hoof; y la Junta Directiva de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), que conduce Paula Fogel; y el pastor Diego Vega.

Pero también acusan que la candidata a gobernadora en Tierra del Fuego, la pastora Andrea Almirón de Pauli de la iglesia Hay Vida en Jesús y la diputada federal por La Libertad Avanza, Lourdes Micaela Arrieta, afirman que el candidato de ultraderecha, Javier Milei, cumple con profecías de la Biblia, por lo que afirman que Milei sería “un instrumento en manos de Dios para que el pueblo argentino salga de la crisis”.

Persecución a evangélicos

Además, como en México, existen sectores de la iglesia evangélica que saben que el comunismo, socialismo y el populismo, son ideologías que van contra los evangélicos, como se ha demostrado históricamente, con la persecución a este sector como se vive actualmente en Cuba, Nicaragua, Venezuela y China.

Para el sociólogo Ariel Goldstein, que investiga las iglesias evangélicas en América Latina, afirma que “políticos como Milei han logrado crear un conglomerado conservador religioso donde hace apelaciones al judaísmo, evangelismo y catolicismo en defensa de la familia, contra el aborto, ataques al feminismo, donde los pastores evangélicos convergen”.

La heterogeneidad evangélica en Argentina ha quedado demostrada en la diversa participación en espacios políticos, que incluye desde peronistas hasta radicalistas, como en Juntos por el Cambio y las expresiones de La Libertad Avanza.

La interpretación bíblica, de fundamentalistas o mesiánicos, factores políticos, económicos, sociales y de seguridad, son claves a la hora del voto. Pero las iglesias siguen apostando la deuda pendiente “promover a la democracia, pero sin olvidarse del pueblo”.

Con información de El Destape y Debate de Argentina.