Actualmente hay 27 carpetas de investigación por desfalcos a Segalmex, con 25 órdenes de captura.
Otro nuevo desfalco se encontró en la llamada, irónicamente, Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), ya que se dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) halló desfalcos de dos empresas que firmaron contratos por 1,700 millones de pesos para suministrar leche durante 2020.
Según el diario Reforma, Segalmex pagó a Diconsa y Liconsa que a su vez hicieron una intermediación a través de la Comercializadora de Productos Lácteos de la Laguna (Coprolac) y Grupo Vicente Suárez 73 para abastecer leche en polvo y crema, pero el productor no fue entregado.
Nuevo botín
Según SDP, Tomando en cuenta el pago del contrato y el valor de la materia prima para la leche bronca, cada empresa se llevó:
Coprolac, 1, 228 millones de pesos
Vicente Suárez 73: 459 millones de pesos
Ante el desfalco, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirmó que Segalmex incumplió con el procesamiento de leche pactado con Liconsa.
Actualmente hay 27 carpetas de investigación por desfalcos a Segalmex, con 25 órdenes de captura, de las cuales, FGR ha detenido solo 12 imputados.
Actual pero tan antigua, la corrupción es casi tan antigua como la vida misma. Desde hace miles de años hay miles casos de este tipo donde los políticos fueron reprendidos.
La corrupción, para el creyente entraña un pecado grave pues es una agresión al prójimo y al bien común. Dos de los 10 mandamientos engloban a estas actuaciones.
Concretamente el que dice: “no codiciarás los bienes ajenos” y el que sin medias tintas afirma que “no robarás”. Además de ellos, la Biblia está repleta de alusiones muy explícitas a una corrupción que se asemeja mucho a la que está destruyendo a México y en las que se marca el camino que el “justo” debe seguir en cambio.
El profeta Isaías aseguraba en el siglo VIII antes de Cristo que “el que rehúsa ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de sangre, y cierra sus ojos para no ver el mal. Ese morará en las alturas, subirá a refugiarse en la fortaleza de las peñas, se le dará su pan y tendrá el agua segura”. (Isaías 33, 15-16).
Con información de Libertad Religiosa y SDP Noticias.