El arresto fue por predicar en Canterbury, Inglaterra, mientras se realizaba un evento de la comunidad lésbico gay.
Una ironía espiritual:
Posterior a que arrestaran a Ryan Schiavo, un predicador callejero de Estados Unidos que pasa la mitad del año en el Reino Unido, en la celda, le dieron una Biblia, posterior a que le quitaran la suya tras sufrir varias agresiones por parte de los manifestantes en una marcha del orgullo gay en Reino Unido.
“Me senté en mi celda y leí exactamente los mismos pasajes que acababa de predicar en la calle una hora antes, lo que hizo que me arrestaran”.
El arresto fue por predicar en Canterbury, Inglaterra, mientras se realizaba un evento de la comunidad lésbico gay.
El predicador informó a The Christian Post que él y un amigo “fueron a Canterbury a evangelizar” como lo suelen hacer, pero no sabían que se llevaba a cabo una marcha gay.
Momento complicado
Cuando Schiavo compartió Romanos 1: 18-32 , y en la que afirmaba que “Dios juzgaría a la sociedad debido a la maldad” y predicar que “la inmoralidad sexual y el comportamiento homosexual”, no eran correctos, decenas de manifestantes los rodearon de manera amenazante.
“Había dos personas (una pareja) que interrumpían y me estaban haciendo pasar un momento muy difícil”.
Arresto y acoso
Según el relato del predicador, “dos guardias de seguridad ya estaban posicionados antes de que yo dijera una palabra. Me vieron con mi Biblia y altoparlante. Era casi como si estuvieran preparados, esperando que dijera algo porque era un evento de orgullo”.
Durante el arresto, uno de los oficiales tenía una actitud “agresiva y exigente, tratando de incriminarme con las preguntas que me hacía y quería saber exactamente que decía”.
El oficial preguntó a Schiavo si dijo algo que “pudiera haber ofendido a la gente” y expresó su simpatía por los activistas gay: “¿No pueden dejar que tengan su día?”.
Las imágenes del arresto proporcionadas a CP muestran que cuando el amigo de Schiavo solicitó que los oficiales proporcionaran un argumento para el arresto, uno de ellos acusó al predicador de violar una ley sobre alterar el “orden público relacionado con el odio”.
Llamado a cristianos
El predicador hizo una reflexión con un destinatario: la iglesia evangélica.
“Es importante que los cristianos no se inclinen ante esta agenda. Estamos viendo los primeros signos del comunismo, el marxismo cultural y la destrucción de nuestras libertades. No estamos viviendo en una sociedad justa e imparcial en Estados Unidos o en el Reino Unido”.
Y advirtió: “La última línea de defensa no es la política, ni los medios conservadores. Es la Iglesia. Y los cristianos tienen que estar dispuestos a sufrir, aunque eso signifique perder trabajo, amigos o familia. Incluso si los meten en la cárcel, golpean o matan. En última instancia, nuestra primera responsabilidad es con el Señor Jesús y a verdad; no a nuestra propia satisfacción y comodidad”.
El poema:
En el Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos está grabado este poema:
“Primero vinieron por los socialistas,
y yo no dije nada, porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas,
y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos,
y yo no dije nada, porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí,
y no quedó nadie para hablar por mí”
El autor fue el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984).