La Guardia Nacional, sin análisis ni investigación in situ para combatir la estructura criminal que opera en Acapulco.
Ante la grave falta de un diagnóstico de crisis, una estrategia de contención y poca supervisión de seguridad que vive el puerto Acapulco tras el paso del Otis, las afectaciones en ese puerto turístico podrían extrapolarse.
Lo anterior, debido a que únicamente hay presencia de la Guardia Nacional en 38 colonias del puerto, mientras que se reporta poca llegada de recursos económicos y apoyos en especie para la reconstrucción para hoteles, negocios y vivienda.
Lo anterior, a permitido que en general, diversas actividades de ese puerto están manos de los grupos delictivos, indirecta o directamente.
Más padecimientos
Actualmente, en ese puerto se podría vivir una situación de extorsión al servicio de transporte público, taxis formales e informales (tolerados o piratas), vagonetas y autobuses urbanos y suburbanos, incluidos algunos turísticos, los cuales podrían reportar cuotas a grupos delictivos disfrazadas de aportaciones sindicales, o supervisión y despacho de unidades, para los seguros (mutualistas) o de cajas de ahorro.
Se prevé que también el mercado del empeño o préstamos dejando prendas en garantía será otro mercado ilícito en poder de estos grupos, ya que gran cantidad de artículos electrónicos, joyas, vehículos y enseres domésticos carecen de facturas u otros documentos que amparen la legal propiedad porque se perdieron en el huracán o la gente empeñará los artículos que obtuvo de los saqueos.
Además, la chatarra o material de reciclaje, como metales ferrosos y no ferrosos, también serán motivo de disputa entre delincuentes, tomando en cuenta la cantidad y tamaño de los inmuebles que tendrán que ser reconstruidos en sus fachadas, lo que generará grandes cantidades de este tipo de material.
Diagnóstico difícil
Facundo Rosas Rosas, director de estrategia del Grupo BlackIND destacó durante una presentación, que la Guardia Nacional no contará ni con el análisis e investigación in situ que permita combatir la estructura criminal que continúa operando en el puerto, además de los nuevos y/o derivados de escisiones.
Por su parte, Francisco Daniel Herrera Lau, director de Estrategia Corporativa de BlackIND afirmó que la es un desafío y una oportunidad para contribuir al desarrollo de la comunidad y garantizar la continuidad de los negocios de los empresarios, por lo que se deben tomar medidas urgentes para una reconstrucción resiliente.
Guerrero, sin gobierno
En su oportunidad, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común aseguró que el estado de Guerrero “desde antes del Huracán tiene un gobierno prácticamente inexistente, no asume su responsabilidad en educación, salud y menos en seguridad y justicia y el estado está tomado por el crimen organizado”.
La especialista en seguridad agregó que, además, el Ejecutivo Federal no asignó recursos (mientras) que los 61 mil millones designados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no cuentan con reglas de operación, por lo que no habrá seguimiento de ese monto ni de sus resultados.
Francisco Rivas Rodríguez, director General del Observatorio Nacional Ciudadano, destacó que se esta presentando un vacío que lo podría llenar la delincuencia, si el Estado no otorga servicios, llegará alguien que lo haga y lo hará de manera ilegal.
Esquemas de ciberseguridad
Herrera Lau pidió realizar una estrategia que contemple esquemas de reevaluación y planificación con un diagnóstico de riesgo, información útil y evitar nuevas perdidas.
A lo anterior, se debe brindar más seguridad para garantizar la integridad de empleados y activos mediante servicios de seguridad privada, medidas físicas y tecnológicas como alarmas, cámaras y control de acceso, con datos que permitan identificar amenazas; implementación de un esquema de ciberseguridad reforzada ante posibles amenazas, con el fin de fortalecer la seguridad cibernética para proteger datos y sistemas informáticos.
Finalmente, dijo que para evitar agudizar el denominado “cobro de piso” que impactará en la cadena de suministro, deben instalarse mecanismos de coordinación, colaboración e intercambio de información corporativa para mitigar esta amenaza,
Lo anterior, con copias de seguridad y recuperación para realizar duplicados de seguridad de datos y sistemas críticos; apoyo emocional y comunicación con personal, clientes, proveedores y partes interesadas; y, gestión de crisis con un equipo activo para tomar decisiones rápidas y efectivas.
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