La candidata evangélica, pero populista, denuncia fraude electoral.
Recordemos que todo socialista, populista o afín a las ideologías de China, Rusia o Cuba han dejado en la miseria y el desempleo a diversos países en la región, como Nicaragua, Bolivia, Argentina, y sobre todo, en Venezuela, aunado a la falta de libertades y represión.
Aunado a lo anterior, los países han desatado una persecución contra todo lo que sea democrático o libertario.
Pero en Ecuador, donde se presentaron unas elecciones que empiezan a ser cuestionadas por su imparcialidad o ser una elección de Estado, cambia, ya que una mujer evangélica se postuló para ganar la presidencia… pero con el apoyo de un neomarxista que dejó mal al país: Rafael Correa.
¿Evangélica socialista? ¿Cómo?
La convergencia entre la ideología populista y su religión no ha sido una tarea fácil para la candidata que perdió las elecciones presidenciales en Ecuador.
Luisa González, candidata del partido político Revolución Ciudadana (RC) -del que ha tomado el liderazgo con la anuencia del controvertido expresidente Rafael Correa (2007-2017)- en la carrera por el Palacio de Carondelet, no ha sido fácil.
Su fe es cuestionada por sectores de izquierda y colectivos feministas que le critican su postura contra la despenalización del aborto.
A su vez, González rechazó el “cambio de sexo en los menores”, a pesar de que ha defendido durante su campaña la prevalencia de un Estado laico y la defensa de las conquistas sociales.
Con todo, decidió convertirse en una abanderada de la violencia contra las mujeres, que dice, ha sufrido ella misma durante su carrera política.
La han tachado en muchas ocasiones de ser el “títere” de Rafael Correa, sin siquiera mirar su hoja de vida.
De haber ganado las elecciones de ayer, González habría sido la segunda mujer presidenta de Ecuador, después de Rosalía Arteaga, quien siendo vicepresidenta asumió el mando de Ecuador entre el 6 y el 11 de febrero de 1997, tras la caída de Abdalá Bucaram.
Denuncia fraude
Luisa González, la correísta, se pronunció ayer en la noche tras la difusión de los resultados oficiales y desconoció la victoria del presidente Daniel Noboa.
https://twitter.com/RNacional_News/status/1911592010143740227
“Hoy no reconocemos los resultados. Denuncio ante mi pueblo, ante los medios, y ante el mundo, que Ecuador está viviendo una dictadura, y estamos enfrentando el más grotesco fraude electoral de la república de Ecuador ”, denunció la candidata por Revolución Ciudadana ante sus seguidores.
El actual presidente de Ecuador y aspirante a la reelección lidera la elección con 55,95% de los votos válidos, frente al 44,05% de la correísta, con el 87,41% de las actas escrutadas, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
https://twitter.com/LaGuiaEc_/status/1911061831046631784
El dato relevante
Diversos colectivos LGBT+ de Ecuador expresaron en días pasados públicamente su respaldo a la candidatura presidencial de Luisa González, quien aspiró a dirigir Ecuador para el periodo 2025-2029.
La postura fue oficializada a través de un boletín de la Asociación Silueta X, donde se destacan las razones del apoyo, centradas en el compromiso de González con la inclusión sexual, la justicia social y los derechos humanos.
“La Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBT+, la Campaña Acuerdo por la Igualdad, la Plataforma Nacional Trans, y otros colectivos aliados sostienen que la propuesta de gobierno de González representaría para sus comunidades una alternativa viable ante lo que consideran el supuesto incumplimiento del actual presidente Daniel Noboa en relación con los compromisos hacia la población diversa, según lo dio a conocer el colectivo a través de https://votolgbt.com/“.
Ser comunista, abrazar la causa de la comunidad lésbico gay y decirse evangélico para ganar una elección es a todas luces cuestionable.
¿Puede un evangélico aliarse con la sodomía? ¿Puede un evangélico cerrar los ojos ante el despojo de un inmueble solo para ganar poder político?
Recordemos el caso de Venezuela, en donde el dictador Nicolás Maduro soborna a una serie de pastores evangélicos con unas sillas de plástico y algunas lámparas.
Para la Santa Biblia, no hay medias tintas: “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia”.
Estamos en un tiempo de híbridos peligrosos. Muchos serán engañados.