Discretamente, BlackRock reactivó una compra extraordinaria de Ethereum a través de una operación quirúrgica ensayada.
Se trata de 2,001,081 ETH que estarán bajo el control del gigante inmobiliario mediante su ETF ETHA, lo que representa 1,65% de la oferta total de Ethereum.
Cabe señalar que en menos de 7 días, ingresaron 900 millones de dólares al fondo. Tan solo el 10 de julio pasado, BlackRock adquirió 106,827 ETH en un día, sin comentario alguno de Larry Fink.
Con la compra, el precio del ETH subió 7% para llegar a los 3,000 dólares. El ETF, por su parte, ganó 17% en la semana, alcanzando los 22.80 dólares por acción. Algo nunca visto para este fondo lanzado hace un año.
Y esto no es solo una moda. Nate Geraci lo resumió en unas pocas palabras en X: “El iShares Ethereum ETF ahora posee más de 2 millones de ether, es decir, el 1,65% de la oferta total”.
Contradicciones
Esta concentración plantea preguntas. ¿No se supone que Ethereum representa un modelo descentralizado? ¿Hay finanzas abiertas si un pequeño grupo bloquea el acceso a la oferta? La cripto prometió otra cosa.
Cuando los ETF retiran Ethereum del mercado se reduce la liquidez, y se modifican equilibrios, distorsionando la transparencia del libro de órdenes. Y paradójicamente, se centraliza la influencia.
Según destacó el medio cointribune (https://www.cointribune.com/es/blackrock-ahora-posee-mas-de-2-millones-de-ethereum/) cripto se soñaba igualitaria, distribuida, transparente.
Pero ahora BlackRock juega en la seguridad, regulación, volumen… y control implícito. Los puristas dirán que la infraestructura sigue siendo libre. Pero, ¿a dónde irá la gobernanza cuando la liquidez se vuelva escasa?
El dato relevante
BlackRock es una empresa de EU y una de las firmas de gestión de activos más grandes del mundo. Invierte, asesora y gestiona riesgos a clientes institucionales y particulares y maneja activos por billones de dólares y es una figura influyente en los mercados financieros internacionales. En cuanto a su gestión de activos, invierte en acciones, bonos y bienes raíces.