Industrias manufactureras, cadenas de retail y el sector hotelero lideran este tipo de inversiones.

Energía solar, industria que necesita modernizar marco regulatorio

La industria manufacturera, retail y hotelería lideran inversiones en energía solar.

La energía solar poco a poco ha ido destacando en el panorama energético de México, impulsada tanto por la necesidad de reducir costos operativos como por el compromiso empresarial de mitigar la huella de carbono.

Se estima que de 2015 a 2025, México ha registrado un crecimiento en su capacidad instalada fotovoltaica, con irradiaciones promedio de 5.5 a 6.5 kWh/m² diarios que lo posicionan entre las regiones con mejor potencial solar del mundo.

Según datos de Solar Change, empresa de proyectos fotovoltaicos llave en mano para hogares, negocios e industrias, las instalaciones en techos de empresas y grandes parques solares han sido protagonistas.

Transición energética, ya

En este marco, la Ley de Transición Energética busca alcanzar 35% de generación eléctrica con fuentes limpias en los próximos años.

Además, la Agencia Internacional de la Energía proyecta que para fin de 2025, las energías renovables superarán al carbón como principal fuente de electricidad en el mundo, con más de un tercio de la generación total.

Industrias manufactureras, cadenas de retail y el sector hotelero lideran este tipo de inversiones.

“La energía solar no solo reduce costos; es una estrategia que permite a empresas estabilizar sus gastos, incrementar su competitividad y avanzar hacia modelos de operación más sustentables”, destacó Juan Miranda, CEO de Solar Change.

Retornos de inversión atractivos

Según Miranda, sus retornos de inversión oscilan en un plazo de entre 3 y 6 años, beneficiados por la deducción acelerada del 100% en el ISR y el esquema de medición neta para instalaciones de hasta 500 kW.

En cuanto a los desafíos regulatorios, aunque México compite con Brasil y Estados Unidos en términos de recursos solares y costos de equipo, todavía están pendientes la simplificación de permisos y ampliación de incentivos son puntos pendientes.

El esquema de medición vigente desde 2017, ha permitido acreditar excedentes de generación en consumos futuros, mejorando la previsibilidad financiera de los proyectos. No obstante, las empresas solicitan una mayor capacidad permitida en generación distribuida y más ágilidad para tramitar la conexión a la red.