33.2% de los compradores adquiere vivienda por internet; 21.6% lo hace por recomendación de familiares y amigos.
México es un mercado inmobiliario marcado por la volatilidad económica y el freno en nuevos desarrollos.
Ante el reto, el consumidor de vivienda ha transformado sus hábitos de búsqueda y compra.
Actualmente, la internet y las redes sociales son los principales canales que accionan decisiones de compra, más allá de las recomendaciones familiares o los puntos de venta.

Venta inmobiliaria por Internet
Según un estudio, 33.2% de los compradores adquiere un inmueble a través de la publicidad en internet, mientras que 22.5% lo hace en el lugar de venta y 21.6% por recomendación de amigos o familiares.
Le siguen las preferencias por los letreros de la vía pública (18.7%) y finalmente, los letreros en el propio proyecto (16.9%).
En la misma línea, Facebook concentra el 70.5% de los descubrimientos de inmuebles, seguido de Instagram con 12.1% y sitios web inmobiliarios con 10.2%. El hallazgo posiciona a las redes sociales como un canal decisivo en la relación entre desarrolladoras y compradores, con un peso que ya supera a las plataformas especializadas.
¿Cómo es el comprador mexicano de inmuebles?
El estudio —realizado a 795 personas que compraron vivienda principal o secundaria— revela que el 54% de los compradores son de la generación millennial; la generación X (27%); centennials (12%); y solamente 7% pertenece a los baby boomers.
En cuanto al motivo de la compra, 78% dijo que para habitarla; 12% para invertir en renta; y 10% como segunda propiedad.
El tamaño promedio del hogar en México se ubicó en 2.7 personas por vivienda.
En cuanto al estatus civil, 45% es casado; 31% es soltero; 17% vive unión libre; 4% es divorciado, y 3% son viudos, separados o están en unión civil.
Perrhijos, al alza
De los adquirientes, 51% vive con mascotas (pet-friendly); 66% quiso una casa; y 34% optó por un departamento.
En cuanto a movilidad, 81% cuenta con automóvil y 19% no lo tiene.
Situación previa a la compra
El estudio que realizó Best Place To Be (www.bestplacetolive.com) también analizó el estatus de la vivienda anterior.
40% provenía de un esquema de renta; 29% ya era propietario; 18% vivía con sus padres; y 11% lo hacía como allegado.
Best Place to Live destacó que los datos sobre el consumidor mexicano de vivienda obliga a los desarrolladores, agentes y brókers inmobiliarios a replantear estrategias comerciales.
“El consumidor de vivienda mexicano en 2025 se revela más conectado, informado y exigente que nunca, marcando un antes y un después en la manera de vender y habitar inmuebles en el país”.
Best Place to Live es una proptech fundada en Chile en 2016, que mide y certifica la experiencia de clientes de desarrollos inmobiliarios. Opera en México, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Nicaragua, Panamá y Argentina.