La resolución fue por la presión de la organización GIRE, que preside la activista Marta Lamas.
Dice el refrán, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.
Mientras que la atención del país se centraba en los resultados irregulares para elegir al candidato presidencial en Morena, con la imposición de Claudia Sheinbaum, los magistrados deslizaron una resolución polémica.
Aunque diversos medios progresistas como El País, La Jornada, y otros en México aplaudieron la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para despenalizar el aborto, todavía queda pendiente el posicionamiento de la Iglesia Evangélica en general.
Lo anterior porque el día de ayer la SCJN, a través de la Primera Sala, concluyó que las normas que penalizaban el “aborto voluntario”, ya sea que otra persona lo practique o que la mujer o persona gestante se lo autoprocure, ahora son inconstitucionales al anular el derecho a decidir.
Con lo anterior, las nuevas disposiciones penales federales permiten la interrupción del embarazo, ya que al prohibirlo, según la Corte, se atenta contra “los derechos a la dignidad humana, a la autonomía reproductiva y libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la salud y el derecho de igualdad y no discriminación”.
GIRE, la agenda “progresista”
En contexto, la Corte resolvió una demanda de amparo que la organización Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), cuyo consejo consultivo lo integran Marta Lamas (presidenta), Gerardo Barroso, Roy Campos, Genaro Lozano, Francisca Pou, Karla Iberia Sánchez, Cecilia Suárez, Roberto Tapia, Gabriela Warkentin y José Woldenberg quienes están en contra del Congreso de la Unión y el Ejecutivo Federal por haber emitido una regulación que supuestamente criminalizaba el aborto.
Tema espinoso
Aunque la resolución en principio veía por la libertad de una mujer que fue encarcelada por abortar en Coahuila, y se derogó el artículo 196 del Código Penal de Coahuila, que establecía prisión a cualquier mujer que voluntariamente practicara su aborto, la nueva resolución permitirá la práctica del aborto de manera masiva, y con lo cual, la interrupción de la vida de millones de seres humanos en el país desde el vientre materno.
Cabe señalar que los artículos 330, 331, 332, 333 y 334 del Código Penal Federal establecían penas de cárcel a quienes hicieran abortar a una mujer con y sin consentimiento, además de sanciones contra de médicos, cirujanos, comadronas o parteras.
¿Un niño en el vientre no es un ser humano?
Aunque hay una fuerte discusión sobre cuándo comienza la vida, los avances científicos han vertido cuestiones que en vez de aclarar, pueden confundir.
Por ejemplo, varias teorías científicas tratan de diferenciar entre la vida desde el punto de vista biológico-celular y el alumbramiento de un ser humano.
“Desde el punto de vista biológico-celular, las células óvulo y espermatozoide cuando se unen, generan el comienzo del proceso de la reproducción, lo que se considera la concepción”, pero todavía no se considera un humano, según la visión de Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) en Argentina.
Acoger la vida: CEM
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó que “la concepción y el nacimiento de una nueva vida humana representan un bien cuyo valor es infinito. Su cuidado y protección no es una responsabilidad que concierne solamente a mujer gestante sino a la sociedad en su conjunto que no puede lavarse las manos suprimiendo al más débil, la persona naciente, sino que está llamada a generar las condiciones mejores para acoger la vida y no a descartarla”.
Pero también, la jerarquía católica cantinfleó un poco en ese sentido, ya que la medida“no constituye una declaración general de invalidez de los artículos que prohíben el aborto en el Código Federal, puesto que siguen vigentes para el resto de la población; ni representa una obligación para que los Congresos locales se precipiten a despenalizar el aborto en sus Códigos Penales, pero si vuelve evidente una realidad social que debemos entender como pastores y atender con la debida diligencia”.
¿Y la voz del pueblo evangélico?
Aunque a los cristianos y evangélicos se les acusa de conservadores, derecha o provida, los creyentes saben y conocen varios textos bíblicos que, en conjunto, aclaran que la vida humana tiene valor aún antes del nacimiento.
La Biblia comienza describiendo a la creación de los humanos como si fueran “a imagen de Dios” para explicar la importancia del valor de una vida.
Además, Biblia describe varias figuras importantes, como los profetas Jeremías e Isaías y el apóstol Pablo, quienes fueron creados con una misión espiritual desde el útero. El Salmo 139 afirma, Dios “me tejió en el vientre de mi madre”.
Como creyentes en Dios y en la Biblia, sabemos y conocemos de diversos testimonios sobre personas que han decidido abortar y las que han afrontado el reto de la maternidad. Por increíble que parezca, el saldo positivo siempre es para las segundas.
Si estás en esa disyuntiva, te recomendamos ver esta película, que te hará reflexionar: