Esta pareja está llevando más allá de sus fuerzas, un mensaje sobre la fe y la falsa idea que se debe tener sobre un duelo por la pérdida de dos hijos.
“No somos superhéroes; hay días que tenemos mucha tristeza, que sentimos estar luchando por vivir, pero allí estamos. Aunque son muchas preguntas sin respuestas, nos sostiene la fe, aunque sea poca, pero es suficiente para poder estar hoy aquí y contar nuestra situación”, afirma Miguel Lara, uno de los líderes de la banda de rock folk celta española Sal150.
Perder un hijo es uno de los dolores más fuertes en la vida. Hay personas que nunca pueden superar una situación así; pero enfrentar una situación así, y dar un mensaje a la sociedad y lidiar con el dolor, puede ser uno de los retos más profundos que puede pasar un matrimonio en Cristo.
Primera pérdida
En enero de 2022, el matrimonio formado por Miguel Lara y Rosa Burguera, perdieron a su hija Anna Lara Burguera por suicidio. La joven tenía apenas 22 años. Y no solo eso: ya en abril de 2013 habían perdido a otro de sus hijos a los 3 años.
En ese año, el niño jugaba en el jardín con una pelota que había caído en la piscina, mientras que su hermano de 7 dio el aviso, pero los médicos no pudieron reanimarle.
Sus padres, Rosa Burguera y Miguel Lara, desde ese entonces eran líderes en una iglesia evangélica de Tarragona (la Iglesia Bíblica). Su esperanza cierta es que podrán volver a alabar juntos a Dios con su hijo, pero no ya en esta tierra.
Dos ambulancias y cuatro patrullas acudieron a una casa de la calle Conca de Barberà, en Els Pallaresos. Los servicios médicos intentaron reanimarle sin éxito.
Llevar música de aliento
Sal150, el conocido grupo rock folk celta ya había presentado su candidatura para representar a España en el Festival Eurovisión en 2009 y logró alcanzar el 2º lugar de la categoría pop-rock. con más de 100,000 votos.
Miguel Lara (1967), educador social, y Rosa Burguera (1971), pianista, nacidos en Tarragona, España, forman un matrimonio que desde hace más de treinta años, al menos hasta el fallecimiento de su hija Anna, solamente habían escrito las letras de sus canciones; pero a raíz de este trágico suceso, llevaron a la literatura el complicado proceso de un segundo duelo, y ahora, por suicidio.
En medio de un caótico desierto, y a través de un lenguaje directo y sencillo, narran su experiencia con la intención de transmitir esperanza en medio de la oscuridad de este momento, donde se levantan preguntas sin respuestas.
Regresar al dolor desde la esperanza
Apenas en 2018, había estrenado la canción «Vale la pena vivir» que fue dedicada a la hija de ambos que un día había decidido que no valía la pena vivir.
Pero después de una llamada, Miguel emprendió una carrera veloz con su coche para impedir el lanzamiento al vacío de su querida hija. Pero solo 5 años después la tuvieron que despedir.
Este es el conmovedor video con Anna:
“Decidimos pasar el duelo sin máscaras, como somos. A veces nos venden el eslogan barato de que, si eres creyente, te irá todo bien y no es así. Gracias a Dios hemos contado con el apoyo de muchos amigos”, agrega Miguel.
Hablar desde el corazón
“Cierto día, Miguel me contó que soñó sobre un libro que habíamos escrito y estaba siendo exhibido en un congreso donde se exponían textos de autoayuda con títulos bonitos, pero me dijo que el de nosotros no se vendía (…)”, afirma Rosa.
“Teníamos la necesidad de ponerle palabras a lo que sentíamos como padres. El hecho de recordar es doloroso, pero al mismo tiempo terapéutico. La primera idea fue la de crear un libro para nosotros a modo de diario, no para mostrar, pero en el proceso nos dimos cuenta que nos sentíamos desnudos, sin embargo, decidimos publicarlo, ya que la experiencia también podría servir a otros”, complementa Miguel.
Siguió sirviendo
Según dos despachos de Protestante Digital, Anna había terminado sus estudios de piano y seguía con su formación en una escuela de música en Barcelona. “Ese domingo supimos que ella fue a la Iglesia Internacional, invitando amigos, compañeros de estudios, para asistir al servicio con ella”, señaló Martínez.
En medio de tanto dolor, Miguel y Rosa han dado testimonio de su fe cristiana y de su esperanza en la vida eterna para quienes ponen su confianza en Jesús.
Una de sus canciones, afirma: “Dime donde está, oh muerte tu aguijón, se clavó en un madero y has perdido tu poder y no volverá. Cuando caminas sobre la lava, cuando te encuentras la puerta cerrada, cada momento de encrucijada sin dirección…quiero que sepas que cada lágrima de tus ojos forjaron perlas preciosas dentro de tu corazón!
Han visitado México
En 2016, el matrimonio ganó un reconocimiento por parte de los Premios Arma en México al ganar, por su canción Planeta Cuadrado, la presea como Mejor Álbum Independiente, por parte de la Academia Nacional de la Música y las Artes.
Sal 150, con un estilo de rock-celta, oriundo de Tarragona (Cataluña), se caracteriza por sus letras que hablan de valores y de esperanza en la sociedad.
Han participado en el Festival Internacional de la Esperanza en Barcelona, con una sólida actuación muy aplaudida, que incluyó el tema “Muchas nueces, poco ruido”, dedicado a los cristianos perseguidos y asesinados por su fe.
Con información de Radio Digital Tarragona, Protestante Digital y Premios Arpa.
La pérdida de un hijo devastaría a cualquier padre. Sin embargo, nadie, ni como creyente, está exento de pasar un desierto así, pero hay una promesa para los que siguen sembrando, en medio del dolor, en el Salmo 126:6:
“Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverán a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”.
Vaya desde estas líneas un abrazo al matrimonio, quién pidió publicar este video que les realizó RTVE de España:
https://www.rtve.es/play/videos/buenas-noticias-tv/ancla-del-alma/6871325/