Ahora que Gerardo Fernández Noroña está en la cúspide del poder, el pueblo evangélico debe interceder en oración por este jefe político.

¿Por qué debemos interceder en oración por Gerardo Fernández Noroña?

Gerardo Fernández Noroña tiene un enorme historial de desatinos, y pocos logros como político.

Sí, todos lo sabemos: es inaguantable.

Ahora, que está en la cúspide de su poder el partido Morena junto con sus aliados, el pueblo del libro, el pueblo evangélico (no las sectas que usan libros extra a la Santa Biblia), debemos interceder en oración por este jefe político.

Cientos de medios han informado de su arrogancia, prepotencia, soberbia, misoginia, inmadurez y agresividad.

Aunque es un buen orador, como político deja mucho que desear: amigo de dictadores, intolerante a la crítica, soez, primitivo.

Se han filtrado grabaciones de él mismo amenazando a colaboradores, mentándoles la progenitora, agrediendo a ciudadanos por todos lados, haciendo el ridículo cuando era “militante” arrastrado por policías, pero que como todo izquierdista, agredía y luego se hacía la víctima.

Pero en el fondo de todo ello, es un alma sin amor y que no conoce a Dios. Como marxista, no teme a nadie, insulta y descalifica, provoca y amenaza. Sin embargo, es uno de los jefes en el Senado de la República.

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Con el dictador Nicolás Maduro.

Es común verlo amedrentando a periodistas desde el Senado. Su hermana Rosa Luz Fernández Noroña lo acusa de ejercer violencia sobre ella y es reconocido porque fue el primer político en ser sancionado por violencia política de género. Las redes sociales dan cuenta de su agresividad con personas de la tercera edad:

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En 2014 luchaba con los granaderos. Ahora, usa la fuerza pública para legislar.

El Senado de la República, ha sido, durante las peores décadas de los gobiernos del PRIAN, un baluarte de la democracia y de las voces disidentes. Porfirio Muñoz Ledo, Rosario Ibarra de Piedra y otros grandes políticos liberales, han ennoblecido la discusión legislativa.

Pero ahora, los tiempos de gobierno absoluto, que lincha toda forma de manifestación o de disentir de las ideas y las políticas de gobierno, han cambiado. La intolerancia, el silencio cómplice, y obediencia hasta la ignominia prevalecen.

A eventos públicos se presenta con una camioneta de dos millones de pesos.

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Ante este hecho, cabe reflexionar: ¿Cómo habrán orado los creyentes en los tiempos en que se escribió el libro de los Hechos cuando eran perseguidos desde el poder?

Para orar por los gobernantes, podemos: 

  • Reconocer nuestros pecados y pedir perdón a Dios por ignorar todo lo que es política.  
  • Pedir que los políticos gobernantes tengan un encuentro con Dios y reconozcan que solo él puede perdonar y restaurar la tierra.
  • Interceder para que haya muchas personas llenas del Espíritu Santo para que puedan acercarle la palabra; personas tipo el profeta Daniel que no se corrompan, como otros “líderes evangélicos”.
  • Pedir que los gobernantes reciban sabiduría y revelación para comprender el propósito y la esperanza a fueron llamados como líderes de un país. No como una secta marxista.  
  • Pedir que los gobernantes traigan paz, seguridad y justicia a la nación 
  • Interceder para que renuncien a toda práctica de brujería o hechicería para gobernar.
  • Interceder para que legislen sobre seguridad, familia nuclear, servicios de salud, atención a enfermos, atención verdadera a los más necesitados y no usarlos como lema de política.
  • En fe, que los evangélicos expresen gratitud a Dios por lo que hará a través del gobierno de México.

Puedes orar así:

Señor, en esta hora te pedimos por la salvación de Gerardo Fernández Noroña. Te pedimos que tengas misericordia de él como la tuviste un día con nosotros. Acércale personas llenas de ti para que le hablen del arrepentimiento de sus malos actos y que busque a Dios. Quita todo estorbo de las tinieblas para que Gerardo pueda reconocerte como Señor y Salvador y que sea, en fe, un auténtico líder del Senado que legisle con justicia, sensatez y a favor de la democracia, la libertad y la justicia. En el nombre de Jesús.

Un minuto de nuestra oración a Dios por este político podrá muchísimo por nuestro país.

1 Timoteo 2:1 “Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, por los reyes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida devota y digna”.