La adicción a ver el celular ya está presente en al menos mil millones de personas a nivel mundial. ¿Qué es la nomofobia?
El término nomofobia (no-mobile-phone-phobia) que proviene del inglés, describe el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. Las personas que la padecen sufren malestar intenso cuando no tienen acceso a su aparato, lo que afecta su mente, emociones y sociabilidad.
Entre los síntomas de la adicción están: revisa compulsivamente el móvil para ver notificaciones, enfadarse excesivamente si se queda sin wifi, dormir con el teléfono, malestar por no poder consultar el teléfono constantemente, poca atención a los diálogos con otras personas, comer rápidamente para volver a conectarse, e ignorar diálogos o entornos dentro del hogar, entre otras características.

Aunque la Universidad de Harvard está en el ojo del huracán por la matrícula de estudiantes anti Israel, por otro lado, en su campus, promueven una forma radical de desconexión al mundo digital y la creciente adicción a las pantallas y celulares.
La alternativa se llama Appstinence, que puede traducirse como “appstinencia”, o abstinencia del smartphone, y se trata de un movimiento creado para ayudar a la gente –especialmente a jóvenes– a liberarse de la adicción al teléfono y redes sociales.
Desintoxicarse a tiempo
Gabriela Nguyen, de 24 años, estudiante de máster en Política y Análisis de la Educación en Harvard, quien creció en Silicon Valley, con un iPod Touch en la mano desde los nueve años conoce bien el encanto y la adicción a la hiperconexión.
“Es como ser una rata de laboratorio. Actuábamos como cobayas de un modelo de vida hiperdigitalizado, creyendo que la tecnología curaría la soledad. Y no fue así”.
Su camino hacia la desintoxicación pasó por probar límites de uso, desintoxicaciones digitales y otras estrategias blandas y hoy usa un teléfono ‘mudo’, sin conexión a internet, y ha redescubierto el placer de las el hablar cara a cara, platicar, una atención sana y mayor libertad mental.

¿Cómo recuperarse?
Este modelo de abstinencia se basa en cinco pasos, el método 5D: disminuir, desactivar, eliminar, bajar de nivel, salir.
Primero, se empieza por disminuir el uso de aplicaciones, luego se pasa a desactivar las cuentas, borrarlas definitivamente, cambiar a un dispositivo de transición (como un viejo teléfono plegable) y, por último, bajar completamente de categoría.
El planteamiento, inspirado en la lógica de la abstinencia utilizada en la investigación de las adicciones, pretende romper el vínculo tóxico con el estímulo. La abstinencia no es un ejercicio solitario.
La organización ofrece coaching, herramientas prácticas y debates. “Es como un entrenamiento —dice Nguyen— y si lo haces metódicamente y con apoyo, funciona”.
Crecen adictos a nivel mundial
El apoyo es bien visto en otras universidades, padres y empresas, pero Appstinence sigue centrándose en la universidad: sus iniciativas incluyen la defensa de la reducción del uso distraído de dispositivos en el aula.
Según el American Addiction Center, en 2024 había más de 6,800 millones de usuarios de smartphones en todo el mundo, sin embargo, 6.3% tiene una adicción al teléfono. Los adictos al celular, que serían unos mil millones de usuarios de smartphones, reciben 427% más de mensajes y notificaciones que hace diez años y envían un 278% más de mensajes.
En Holanda se implementó, en el mismo sentido, el Club Offline, que son reuniones en cafés o espacios compartidos, que promueven actividades sencillas como leer, charlar o tocar instrumentos musicales, sin distracciones digitales.
El éxito viral de la iniciativa, que ya llegó a la ciudad de Milán— refleja una creciente necesidad de relaciones auténticas y una reacción al sentimiento de soledad. Los usuarios a estos eventos ven estas actividades como “un acto de autodefensa revolucionario en la era de internet”.
Artículo publicado en WIRED Italia (https://www.wired.it/article/appstinenza-harvard-disintossicarsi-dallo-smartphone/).

Sobre las adicciones, la Biblia afirma que es algo que impide el crecimiento espiritual y aleja a las personas de Dios.
La Biblia considera, por ejemplo, que la embriaguez y los borracheras son pecados que impiden el acceso al reino de Dios.
Y esto se puede considerar que cualquier cosa que impulse el pecado y aleje a las personas de Dios es una adicción. Las malas acciones, incluyendo las adicciones, nos separaran del amor de Dios. Sin embargo, la Biblia también ofrece esperanza de recuperación a través de Cristo, quien puede liberar a los adictos del cautiverio.
1 Corintios 10:13
“No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a la humanidad. Y Dios es fiel; no permitirá que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Al contrario, cuando sean tentados, él también les dará una salida para que puedan resistirla“.
Este versículo se relaciona con las tentaciones, incluyendo la adicción. Nos recuerda que siempre hay un camino para recuperar la sobriedad y evitar el aturdimiento. Dios no permitirá que enfrentemos tentaciones que no podamos controlar. Incluso en situaciones desesperadas, aférrate a la promesa de la gracia salvadora de Dios. No desistas de tu recuperación de la adicción. Superar las tentaciones es posible para quienes luchan contra la adicción.
Pero primero, debemos reconocer que la padecemos.
