Michael Rodríguez, nos comparte, a través de dos largas entrevistas —una de ellas, manejando su trocka— la visión que Dios le permitió retomar para salir de las iglesias con rock.
La poesía ha sido uno de los elementos más difíciles de incorporar al rock. A nivel secular, destaca el nombre de Joaquín Sabina, quien le dio un giro diferente por su manera de invocar la elegancia de la vida bohemia.
Sin embargo, a nivel cristiano, desde 1997, una voz que el Señor rescató, con una potente voz, y con un rock alternativo de alta calidad, salido desde Puerto Rico, una nueva visión inundó el mercado evangélico, con varios discos y una propuesta distinta.
Cuando su tercer disco “Mi Barca”, llegó a México, Michael Rodríguez se consolidó como uno de los mejores cantantes de rock góspel en América Latina.
En este sentido el cantante imprimió una calidad poética distinta y se pudo alcanzar para el Evangelio a miles de personas. Michael pertenece a una generación junto con otras grandes bandas extranjeras que bendijeron a México, como René González y La Tribu de Benjamín.
Carrera en ascenso
Michael nació y creció en el contexto de una familia cristiana. A los 17 años contrajo nupcias e ingresó al ejército de los Estados Unidos. Al año y medio nace su primera hija (Jennifer), sin embargo, meses después su esposa fallece repentinamente de una enfermedad del corazón.
Como resultado, esta pérdida le aleja de Dios. Saxofonista de profesión, se dedicó a la música secular participando con artistas, grupos reconocidos y diversas producciones cristianas internacionales.
Es allí, en 1993, cuando tiene una experiencia personal con Dios y en 1994 recibe el llamado al ministerio musical. El mensaje fue: “quiero que con tus manos compongas y con tu boca cantes las canciones que escribas para mí” y en ese mismo año se presenta su primera producción intitulada “Preso”.
En 1995 graba “Dueño de mi corazón”, con la visión de hacer ver a la juventud que el Evangelio no es una religión ni una experiencia aburrida.
Para 1997 Michael graba su tercera producción, considerada por los críticos como su gran obra, “Mi Barca”, la cual tiene un gran impacto internacional y establece un nuevo estilo con influencias de rock contemporáneo. Aquí se da a conocer uno de sus grandes éxitos: “El burro”. El disco, que tiene influencias de The Police, fue reconocido como el mejor del año en El Salvador y Guatemala. De igual manera, recibió en Puerto Rico los premios “Tu Música” y el premio “Tito Lara”, entre otros.
En 1999, grabó “Juan en la Ciudad”, producción que reflejó su personalidad (casual y espontánea), con letras que están basadas en relatos bíblicos y anécdotas. Temas como “El Niño y La Estrella, “Juan en la Ciudad” y su clásica,“Ataré mis Manos” están aquí.
Trascender a lo social
En 2001, “Activa tu fe”, un álbum lleno de energía y poesía establece a Michael como uno de los líderes de la alabanza rock contemporánea en la región.
En 2002, sale al mercado una recopilación de sus éxitos bajo el título: “Mis Canciones Favoritas”. En 2003 la disquera Vida Music lanza “Comisión AAA”, donde Michael toma como punto de partida el sonido acústico de la alabanza.
En 2004, la casa productora Canzion incluye a Michael entre su grupo selecto de cantautores cristianos y lanza la grabación titulada “En el Primer Lugar”, que se caracteriza por su estilo suave de baladas. Inicia una etapa de índole social, en campañas para prevenir muertes por balas perdidas, maltrato infantil y prevención de adicciones.
En 2005, Michael se envuelve en el reto de la concientización en contra del maltrato infantil, escribiendo la canción tema del movimiento, “Dios Alumbra Puerto Rico”, con la que colabora con Andy Montañes, Elvis Crespo, Gilbertito Santa Rosa, Lunna, Samuel Hernández, Julissa, Lourdes Toledo, René González, y Funky, entre otros. Michael también ha participado en eventos de evangelismo y prevención del uso de la cocaína con otros grandes predicadores, como Luis Palau.
Termina la sequía
Sin embargo, Michael entra en una etapa de silencio que se prolonga 14 años y que rompe en 2022 a través de dos entrevistas, en las que nos comparte parte de su nueva etapa ante una agenda mediática y espiritual que se levanta en contra de la familia y los valores fundamentales de la Biblia.
A propósito del lanzamiento del video “Señor del Universo”, Michael accede a platicar con nosotros.
“Mira, hacía 14 años que no grabábamos. La bendición muy hermosa que Dios nos permite en esta oportunidad, en esta temporada, es poder utilizar nuevamente el vehículo de la música para plantear lo que dice Dios y no nuestra circunstancia. Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros. Yo creo que como gente y pueblo de Dios tenemos que aferrarnos a lo que él dice y a lo que él demanda de nosotros”.
Género rock
“A mí me fascina el rock, que es el género que Dios me ha permitido para compartir su palabra. Dios me ha dado una gran banda. No están los miembros originales, pero hay muchachos que se han integrado y que llevan muchos años trabajando conmigo. Ahí están José “Pepe” Ojeda, que es de los productores más reconocidos en Puerto Rico; David Quiñones y Angel Pérez, que son gente comprometida con el evangelismo y la edificación de la iglesia. Son grandes hombres de Dios.
Si dice la Palabra que las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia, este es el momento de lanzarnos a ser conquistadores, a ir a todos los rincones de la tierra a proclamar las buenas nuevas de salvación.
Sin embargo, debemos trabajar primero con nosotros. Muchos pusimos la esperanza en nuestros talentos, en las cosas que hacíamos, pero debemos retomar la palabra. Y me incluyo en ello, porque yo también soy iglesia.
Muchos predicadores se extraviaron, o nos extraviamos. Pero Dios está todavía tratando de alcanzar vidas, y además, la iglesia estuvo entretenida mucho tiempo.
Tenemos que tener en mente que el diseño de Dios hoy en día está en juego.Si hay algo que está atacando el enemigo en este momento es el diseño de la familia y tenemos que defenderlo hasta las últimas consecuencias. Mi familia es primordial.
Un ministerio y un trabajo normal
La entrevista transcurre con Michael manejando su camión de trabajo en Estados Unidos. “Como puedes ver, ahora estoy conduciendo un camión. La gente piensa que la mayoría de los músicos cristianos tenemos un Ferrari y todo eso, pero yo siempre he vivido de las ofrendas de la iglesia. El apóstol Pablo solía decir: “Preparen el terreno porque vamos a ir a ustedes” y les pedimos que estén listos, no vayan a pensar que lo estamos exigiendo nosotros.
Rodríguez agrega que el mensaje debe salir de las cuatro paredes religiosas: “Actualmente necesitamos habilitar a otros hermanos en la evangelización y no dejarlo solamente en la iglesia. Debemos llevar la música a las cárceles, a las calles y a los vendedores ambulantes. Ahí es donde realmente nos necesitan y qué mejor herramienta que la música”.
Sistemas colapsados
El cantante reafirma que no solo las agendas políticas sociales y económicas han caído, sino también las esperanzas en el hombre mismo.
“Todos los sistemas están colapsados. La gente ha puesto sus esperanzas en Wall Street, en los gobiernos y en los hombres, pero todos han fallado, mientras que el Señor permanece firme. Todas las cosas pasarán, pero su palabra no”.
Referente a las invitaciones, expresó que se tiene que volver a las sendas antiguas: “Pablo no vivía en hoteles, ni exigía las cosas como lo hace un artista, y en ese sentido, ¿quién soy yo para hacerlo? Mantenemos la relevancia haciendo las cosas en orden. Los apóstoles, en sus ministerios, se iban a hacer tiendas, y para ello, hay que tener la familia en orden para hacer la labor que nos manda el Señor”.
A mí, en lo particular, “el Señor me dio el ministerio de ministrar en las cárceles, y era en lo que se trabajaba cuando ustedes compraban los CDs, pero las disqueras en las que estuvimos no entendieron la visión. No pueden estar dos juntos si no se ponen de acuerdo. Tengo 14 años de estar solo, pero es mejor estar así que mal acompañado. Ahora venimos con un disco nuevo y vamos para adelante en el nombre de Jesús. Nuevamente, queremos darle la Gloria a Dios”.
¿Evangelio sin fuerza?
El cantante cuestionó a las actuales generaciones: “¿Cómo es posible que cuando mejores ponentes tenemos, mejores predicadores y gente con títulos, no estamos siendo efectivos en el avance del Evangelio? No es la importancia de la música, no es el título ni es la fama, ya que la fama es una prostituta que anda siempre en pos de un amante. ¿Por qué perseguirla si mañana va a estar con otro? Tenemos que estar en el lugar al que Dios nos llamó.
Y agrega: “La efectividad de un ministro no es el éxito, es ser eficaz en compartir. No se trata de los números. Se necesita una visión ministerial y una persona santificada para Dios que se vuelque a favor de esas personas. La Biblia nos llama a tener discípulos, no a tener fans. Dios nos tiene con las puertas abiertas para que regresemos otra vez a lo fundamental. Lo que menos quiero al decir esto es crear divisiones o polémica, pero tenemos que reconocer que nos hemos equivocado”.
En cuanto a los autores que van a componer para el Señor, dijo, “les pido que permitan que el Señor tome el lápiz cuando escriban canciones y que escudriñen la palabra. El mundo tiene la mentalidad de que debe pegar una canción, pero en Cristo no puede existir eso. Recordemos que los aplausos son efímeros y tienen que ser dirigidos al Rey de Reyes, pero a veces cantamos y estamos desenfocados”.
Ministros y reconciliadores
El cantante afirma que uno de los puntos medulares que le ha estado mostrando el Señor en estos días es que los cristianos, más que ser miembros, deben intentar ser reconciliadores del Evangelio con la sociedad.
“Una de las cosas que hay que hacer hincapié es que Dios no nos llamó a ser miembros de una congregación. Sí somos parte de una membresía, de una congregación, pero cuando tú vas al contexto bíblico y ves y analizas lo que implica ser un ministro de la reconciliación, entonces, usted puede ser miembro del ‘Charco de las ranas’ y tener una membresía ahí, y te puedes responsabilizar de limpiar el baño, porque usted es meramente un miembro. Pero cuando tú llamas a la gente, a la Iglesia de Jesucristo, entonces yo ya no soy un miembro de una iglesia solamente, sino también soy un ministro de la reconciliación”.
“Si todos los hermanos entendiéramos la responsabilidad que Dios pone en nuestras manos a ser ministros o servidores de la reconciliación, entonces no habría dimes ni diretes, ni peleas ni hablándose indirectas en Facebook, ni aquel serruchándole el palo al otro”.
“Cuidado con lo que digo, con lo que pienso, con lo que escucho, porque somos ministros de la reconciliación. Cuando le hablamos a nuestros hermanos y les hacemos entender que son ministros, o a los que están en el altar, verdad, que todos tenemos este ministerio, yo creo que llegó el momento de hacer hincapié para que nos conduzcamos como tales y no solamente como miembros”.
Agenda trans del mundo
Cuestionado acerca de la agresiva agenda de la comunidad gay, y sobre las iglesias en Estados Unidos como la Metodista, que ya permiten elementos de la cultura LGBTI en sus iglesias, señaló: “tenemos que buscar la manera de cómo llegarles con el amor de Dios, aunque su manera de pensar y su conducta es totalmente en contra de lo que Dios establece. La gente está diciendo hoy día que todos somos hijos de Dios, “que Dios nos hizo así” o “que yo nací así”, pero hay que poner las cosas en perspectiva.
“Tenemos que poder ver a estas personas como almas para salvar y tener misericordia, pero sin aplaudirles y tampoco sin lastimarles. Aquí es donde tienes la ética cristiana, el respeto hacia el prójimo. Nosotros como iglesia y como cuerpo estamos llamados a denunciar el pecado, a no aplaudirlo, pero sí abrazar al pecador”.
Cuando Dios hizo la genética y cuando Dios hizo el hombre los hizo perfectos. Hombre y hembra los creó. Dios creó perfecta la genética. Es ahí donde entra a la iglesia a tratar de ordenar lo que está en desorden.
Debemos regresar a entender que hay cosas que a mí no me van a gustar. Son amigos que tenemos y con los cuales podríamos tener fricción por los homosexuales, pero Dios nos estableció como verdad y nosotros tenemos que defender y proclamar estos decretos.